El Obispo presidió la misa el viernes, 1 de marzo, día en que la parroquia comenzó a retomar su actividad
Tras más de siete meses en obras, la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Lucena volvió a abrir sus puertas a los fieles el pasado viernes, 1 de marzo, con la celebración de una solemne eucaristía presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, y concelebrada por el párroco Eugenio Bujalance, y sacerdotes vinculados al templo.
Con una inversión de 150.000 euros, las obras se han centrado en la instalación de un ascensor, la eliminación de los problemas de accesibilidad a la entrada del templo y la recuperación del coro. Esta obra ha tenido por objeto ofrecer mayor estabilidad a la fachada y al campanario, ya que debido al peso de la espadaña, se había inclinado hacia un lado. Además, se han acondicionado los salones parroquiales, se ha pulido el suelo, limpiado los tejados, arregladas las goteras y se ha instalado un nuevo cancel de madera.
La parroquia ha recibido dos subvenciones de 10.000 euros cada una de la Diputación de Córdoba y de la Obra Social de Cajasur, aunque la gran cuantía de las obras ha sido financiada por las aportaciones de la feligresía, además de por el Obispado, que ha entregado 30.000 euros, y el Ayuntamiento otros 5.000.
“Hemos estado fuera del templo ocho meses, en el de San Juan de Bautista, y teníamos muchas ganas de volver a la parroquia, nuestra casa, donde nos reunimos para vivir, celebrar y crecer en la fe”, expresó el párroco.
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