El profesor de los Centros Teológicos de Málaga y sacerdote Gabriel Leal ayuda a profundizar en el evangelio de este domingo, V del Tiempo Ordinario, 4 de febrero.
Tras proclamar la Buena Noticia, Jesús invita a la conversión, a creer que en su persona y en su obra el reino de Dios se ha acercado definitivamente a nosotros.
Jesús anuncia el reino de Dios con palabras y hechos que muestran lo que implica la llegada del reino de Dios: creación de una comunidad de discípulos; expulsión de los demonios y curaciones. Y lo hace con autoridad suscitando la admiración de los presentes. Jesús realiza su misión desde la cercanía e intimidad con Dios: «Se levantó de madrugada, (…) se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar». Los discípulos buscan a Jesús, y le invitan a volver porque «todo el mundo te busca»; no parecen comprender que Jesús se haya retirado después del “éxito” obtenido. La respuesta de Jesús sorprende: «Vámonos a otra parte, (…) para predicar también allí; que para eso he salido». Jesús, en vez de volver con los que le buscaban, «recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios».
Esta respuesta es una llamada a todo discípulo. Urge salir fuera, ofrecer la Buena Noticia a quienes aún no la han acogido. Como dice el papa Francisco, urge convertirnos en una Iglesia en salida, misionera, que vaya a las periferias para ofrecer la alegría del Evangelio. Como Jesús y con Él, «Vámonos a otra parte, (…) para predicar», no nos dejemos acaparar por nuestros pequeños “éxitos” pastorales.