El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz, y el obispo auxiliar, monseñor Teodoro León, visitaron el pasado jueves, 30 de noviembre, la Residencia de mayores San Andrés, en Lebrija, gestionada por las Hijas de la Caridad.
Allí se encontraron primero con los residentes, con los que compartió saludos y palabras de cariño, y a los que escuchó con atención anécdotas y curiosidades. Más tarde, conversaron también con los trabajadores y voluntarios del asilo, que le explicaron su dinámica de trabajo, hicieron un recorrido por las instalaciones y compartieron proyectos de futuro e inquietudes sobre la tercera edad.
Durante la visita, monseñor Saiz pidió a los mayores que no se cansen de rezar, “porque la oración es lo más importante en la Iglesia, aunque es algo que no se puede tocar”. Insistió que la vida de los ancianos “tiene sentido, aunque hay quien piensa que no. Pero la vida vale la pena siempre, desde la concepción hasta nuestro paso a la vida eterna”. En esta línea, también animó a los presentes a “ofrecer a Dios vuestros achaques y que viváis un ambiente de familia aquí en la residencia. Eso quiere decir poner amor en los ojos -mirar bien a los demás-, en los labios -hablar de los demás con cariño-, y poner amor en las manos -hacer cosas por los demás”.
El encuentro se desarrolló en un clima de cercanía y naturalidad, despertando en varias ocasiones las risas entre los residentes.
Tras su visita, el arzobispo publicó un mensaje en su perfil de X en el que recordaba que destacaba que había vivido “una mañana preciosa viendo el clima de familia que allí -en la residencia- se respira” y en el que reflexionaba sobre cómo “el modo de cuidar a sus mayores es un indicador del nivel ético de una sociedad”.
