La Parroquia Nuestra Señora de las Virtudes, de La Puebla de Cazalla, acogió una Eucaristía el pasado sábado, con motivo del 75º aniversario de la llegada, bendición y puesta al culto de la imagen de Santa María de las Virtudes, patrona de la villa.
La misa fue presidida por el obispo auxiliar de Sevilla, monseñor Teodoro León y concelebrada por el párroco de Nuestra Señora de las Virtudes, Juan José Romero. En su homilía, mons. León ha expresado que la Palabra de Dios “nos prepara y dispone para el gran acontecimiento que es la Eucaristía. Acercándonos a su Palabra descubrimos que Dios es providente, que cuida de todas sus criaturas y que ama todo lo que ha creado. Dios se vale de muchos acontecimientos, que, en ocasiones, nos sobrepasan porque Él tiene un propósito fiel a su alianza y a su plan de salvación”. Don Teodoro ha referido también que cuando “el corazón está lleno de Dios se convierte en un corazón ardiente que camina y es capaz de soportar incluso el sufrimiento porque se siente amado por Dios”.
Por su parte, Romero ha manifestado que “como sacerdote y párroco seguiré haciendo mi labor apostólica y ministerial a los pies de Nuestra Madre de las Virtudes: Ella intercede para conceder las fuerzas necesarias para culminar cada día, cada hora, en cada momento, con la entrega al servicio de todos los feligreses”.
Sobre la efeméride que celebra la feligresía de la Puebla de la Cazalla dijo que “es una comunidad que se une ante la Santísima Virgen María bajo la advocación de Ntra. Sra. de las Virtudes, poseedora de todas las virtudes, sencillamente porque Ella era la llena de gracia”.
Medalla de Oro
Para celebrar este acontecimiento, el pasado 21 de octubre, durante una procesión extraordinaria se otorgó a Ntra. Sra. de las Virtudes la Medalla de Oro de La Puebla de Cazalla y el título de alcaldesa perpetua de la Villa.
Esta devoción tiene sus orígenes en el siglo XVI, cuando el castillo y fortaleza de Cazalla pasan al dominio de la casa ducal de Osuna y Juan Téllez Girón, conde de Ureña, decide repoblar la zona prometiendo construir una iglesia con el nombre de Nuestra Señora de las Virtudes.