Jornada Mundial de oración por el cuidado de la Creación
En la presentación de la encíclica Laudato sì sobre el cuidado de la casa común
(24.05.2015), el metropolita Ioannis de Pérgamo, representante del patriarca ortodoxo
Bartolomé I, propuso la celebración de esta Jornada Mundial para el cuidado de la
creación, como ya venía haciéndose entre los ortodoxos. El 4 de agosto siguiente, el
Papa Francisco instituyó esta Jornada también para la Iglesia católica. La Jornada está
fijada para el 1 de septiembre de cada año, prolonga este sentido de cuidado de la
creación durante todo el mes de septiembre y concluye el 4 de octubre, fiesta de san
Francisco de Asís, patrono de los que cuidan de la creación. A la iniciativa se han unido
también varias Comunidades protestantes. Se trata por tanto de una iniciativa
compartida entre los cristianos, se trata de una jornada con profundo sentido ecuménico.
El cuidado de la casa común, es decir, la ecología no debe ser propiedad de una
ideología, a los que llamamos “verdes” y que constituyen partidos políticos de izquierda
radical para hacer oír su voz en los parlamentos. El cuidado de la casa común, la
ecología debe ser una preocupación de todo ser humano. Y concretamente una
preocupación de todo cristiano, que en la casa común contempla la mano del Creador, la
mano de Dios.
Al extenderse la secularización y el olvido de Dios en nuestra sociedad contemporánea,
he constatado visitando las escuelas, ya en las infantiles y luego en las de educación
primaria y en las de educación secundaria, la ausencia de Dios en la consideración de la
naturaleza, de la ecología, de los programas de sensibilización en estos temas: el agua,
la tierra, los árboles, la contemplación de las estrellas, el medioambiente, etc.
Esta Jornada mundial de oración para el cuidado de la creación viene precisamente a
eso, a transmitir a todos, especialmente a los niños y jóvenes en edad escolar, que el
mundo, los astros, las aguas, los árboles, el medioambiente no es fruto en su origen de
la casualidad, sino que tiene como autor a Dios, y en este campo todos somos
corresponsables en el cuidado de la casa común, asumiendo todos el compromiso de
que la justicia y la paz fluyan, como fluye el agua de los manantiales.
Precisamente acerca del agua, afirma el mensaje de los obispos españoles: “En nuestro
país vemos que la gestión del agua está dibujando un futuro claro de carestía, escasez y
conflicto. Con un clima cada vez más seco y caluroso, en determinados territorios va a
ser imposible fijar población y pervivir. El agua que nos provee de vida es un bien
común que debe ser preservado y compartido. Rogamos a los poderes públicos y a
nuestros gobiernos que integren la mirada de lo comunitario, del valor intrínseco del
agua y de sus múltiples ramificaciones en lo social, para el diseño de planes
hidrológicos, agrícolas y de gestión que sean sostenibles y responsables con todas las
dimensiones de este preciado recurso”.
El cuidado de la casa común es un campo para la justicia social, muchas veces
quebrantada por intereses egoístas, fruto del pecado. Por eso, hemos de orar, es decir,
entrar en la perspectiva creyente de la creación, que Dios ha puesto al servicio del
hombre para que la cuide, la respete y la use en beneficio de todos. Orar para que todos
los habitantes del planeta, creyentes y no creyentes, colaboremos en este cuidado de la
casa común, que a todos nos afecta.
Ha llegado el momento de que los temas ecológicos sean incorporados a la catequesis y
a la predicación de la Iglesia. He constatado en la pasada JMJ Lisboa el gran interés y la
alta sensibilidad de los jóvenes católicos por estos temas, que son propiedad de toda la
humanidad. Y me he alegrado de que sea así. Prestemos atención en todas las
parroquias, en nuestros colegios y en toda la diócesis a este tema tan importante
Esperamos con deseo la segunda parte de la encíclica Laudato sì, cuya publicación ha
anunciado el mismo Papa Francisco que tendrá lugar el próximo 4 de octubre 2023,
fiesta de san Francisco de Asís.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba