En la Iglesia Parroquial de la Encarnación de Vélez Rubio, el Rector del Santuario Diocesano del Saliente, D. Antonio Jesús Saldaña Martínez, presidió una Santa Misa de Acción de Gracias por la visita de la imagen de la Pequeñica y se ofrecieron emocionantes testimonios de lo que aquello supuso.
Una visita histórica
Hace un año, nuestro obispo Antonio autorizó una histórica visita de la sagrada imagen de Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada a los Cerricos de Oria, a Chirivel y a Vélez – Rubio. Una visita anhelada durante tres siglos y que, en medio de una impresionante organización, se hacía gozosa realidad entre los días 23 de junio hasta el 2 de julio. Todas las expectativas quedaron entonces desbordadas, en vista de la clamorosa respuesta de los velezanos y el fervor demostrado.
Vivencias únicas que, sin lugar a dudas, supusieron un antes y un después en esta historia devocional de siglos. Como recuerdo tangible de aquello, tres lámparas votivas – ofrecidas por los alcaldes de los pueblos visitados – alumbran el altar mayor del Santuario Diocesano del Saliente.
«Las monedas siempre las llevamos en el bolsillo»
Una enorme fotografía de la Pequeñica, de más de dos metros de alto, ocupaba el baldaquino del dieciochesco retablo de la Iglesia Parroquial de la Encarnación. A la memoria de todos acudía que fue, precisamente, el Obispo don Claudio Sanz y Torres quien consagrara este hermoso templo en 1769; cinco años después de que empezara a levantar el actual Santuario Diocesano del Saliente.
El Rector, durante su homilía, se valió de éste y otros ejemplos históricos para exponer la necesidad de confiar en la gracia de Dios y comprometerse en hacer de nuestra vida una ofrenda de belleza. «Las monedas para hacerlo – dijo – siempre las llevamos en el bolsillo. Dios nos ha regalado sus gracias, junto con nuestras capacidades, para que compremos a nuestra biografía algo bello para Él. Sin embargo, somos roñosos y desconfiados. Pero las monedas siempre las llevamos en el bolsillo.»
«La Virgen del Saliente es lo más grande»
Concluida la celebración eucarística, el mismo Rector ejerció de moderador de una mesa redonda que tuvo lugar a continuación. En ésta, participaron tres voluntarios del Santuario Diocesano del Saliente y cuatro velezanas. El periodista don Antonio Pardo Díaz abrió las intervenciones, reclamando una mayor atención de los medios de comunicación sociales autonómicos de mayor atención para con el fenómeno del Saliente. Siguió don Aurelio, mayordomo de andas de la Pequeñica, que emocionó a todos con su experiencia de haber recorrido todos aquellos kilómetros con la misión de velar por la sagrada imagen. Continuó el Clavario del Santuario, don Pedro Manuel, que expuso el trabajo previo y logístico de esta memorable visita.
Igual de entrañable, o más, fueron las intervenciones de los velezanos. Doña Encarnación Salazar hizo una vibrante interpretación de la visita de la Pequeñica y, con gran delicadeza, agradeció la labor de todos y pidió una nueva visita. Siguió doña Carmen, maestra jubilada de Religión Católica, que abrió su corazón y compartió sus más antiguos recuerdos sobre el Saliente. Doña Juani, esposa del arquitecto albojense don Jacobo Soto, produjo a todos los oyentes una honda emoción con su testimonio. Refirió cómo el mismo día de la visita de la Pequeñica, a pesar de todos sus preparativos, se presentó un grave problema de salud en su familia. Rápidamente tuvieron que marchar al Hospital y, encomendándose a la Virgen del Saliente, se solucionó aquella dificultad e, incluso, pudieron participar del recibimiento.
Finalmente, en un clima de verdadero cariño, se interpretó el himno popular de la Pequeñica y se lanzaron innumerables vítores. Al abandonar el templo, con el corazón entusiasmado, unos y otros repetían «La Virgen del Saliente es lo más grande».
