Hoy lunes, 12 de junio, se celebra el trigésimo aniversario de la segunda visita del papa Juan Pablo II a Sevilla. Una cita enmarcada en clave eucarística, ya que el pontífice arribó a la capital andaluza el 12 de junio de 1993 para clausurar el XLV Congreso Eucarístico Internacional. El papa santo protagonizaba así una de las páginas más destacadas de la historia reciente de la ciudad y la Iglesia en Sevilla, un acontecimiento que sigue vivo en la memoria de los sevillanos.
La efeméride pontificia –la segunda de esta índole después de la primera visita del Papa, el 5 de noviembre de 1982- no ha pasado desapercibida en la memoria de la comunidad cristiana de Sevilla. Prueba de su vigencia son algunas iniciativas eclesiales, orientaciones pastorales, ofertas religiosas y culturales que nos devuelven a unos días -muy calurosos aquellos- en los que el Papa renovaba su relación con una ciudad y una Archidiócesis que nunca han dejado de venerar en un rincón privilegiado de su memoria al pontífice que abrió la Iglesia a una nueva era.
Renovado compromiso social
Este aniversario llega pocos días después de que Cáritas Diocesana haga pública su memoria de actividades, un documento que refleja las situaciones de pobreza y desigualdad que sufre un sector importante de sevillanos. Sigue siendo actual, por tanto, el llamamiento de Juan Pablo II a atajar las causas que nos conducen a realidades insostenibles. En la inauguración de la Residencia San Rafael, en Dos Hermanas, el Papa fue claro y directo al afirmar que nuestra sociedad “no puede sentirse tranquila y satisfecha ante la situación de tantos hermanos que no cuentan con lo necesario para una vida auténticamente digna”. En su discurso, el pontífice señaló “el fenómeno creciente del paro” como “uno de los graves problemas de hoy”. Precisamente, la lucha contra el desempleo sigue siendo una de las prioridades sociales de la Iglesia en Sevilla, y el Centro Diocesano de Empleo es una de las piedras angulares de este programa.
Fidelidad sacerdotal
Si hay un colectivo que guarda un especial recuerdo agradecido a Juan Pablo II, es el de los treinta y siete sacerdotes de varias diócesis del mundo que tuvieron el privilegio de ser ordenados por un pontífice santo. José Manuel Martínez, uno de aquellos presbíteros, recordaba esa jornada en el programa ‘Testigos Hoy’ (CSTV), en particular las palabras que el Papa le dirigió nada más abrazarle: ‘Hijo mío, quiere mucho a la Iglesia, que es tu madre’. “Desde entonces –afirma- quiero llevar a buen término ese mandato expreso de amor y respeto a la Iglesia”.
El recuerdo a San Juan Pablo II también está presente en una de las 263 parroquias de la Archidiócesis. Concretamente, en una de las dos en las que se divide la barriada de Montequinto, en Dos Hermanas.