El pasado miércoles, el corazón de la Diócesis latía en el santuario de Alharilla, donde el Obispo de Jaén congregaba al pueblo fiel para una vigilia de oración mariana. Una iniciativa impulsada por la Secretaría General del Sínodo y apoyada por la Conferencia Episcopal Española, para rezar por la preparación del Sínodo de los Obispo y sus frutos.
En la fiesta de la Visitación de la Virgen María, la Iglesia de Jaén se reunía en el santuario de Nuestra Señora de Alharilla, en su año jubilar. Un templo repleto de fieles, donde el obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez animó a los presentes a la renovación personal, recobrando “el gozo de sentirnos una sola iglesia, una familia unida”.
Entre los presentes, el alcalde de Porcuna y los miembros de la Cofradía matriz de la Virgen de Alharilla, así como muchos fieles de las vecinas localidades de Arjona, Arjonilla y Porcuna, entre otras. De igual modo, los seminaristas, acompañados de sus formadores, han participado en esta oración por el Sínodo.
Junto con la oración mariana, que de manera universal se ha rezado en santuarios de todo el mundo que han participado en esta iniciativa, los fieles han rezado el Santo Rosario. Después, el Obispo de Jaén ha tomado la palabra para reflexionar sobre este momento de conversión en el que se encuentra la Iglesia y el camino que juntos nos lleva a todos los cristianos a seguir el soplo del Espíritu Santo.
En este sentido, ha afirmado: “Con esta oración Mariana, en este día donde celebramos la Visitación de la Santísima Virgen María a su prima Santa Isabel y la conclusión del mes mariano por excelencia, nos unimos a toda la Iglesia Universal pidiendo por el gran acontecimiento que se celebrará el próximo mes de octubre, el Sínodo de los Obispos, para tratar el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, convocado por el papa Francisco”. Para después, incidir en la importancia de la sinodalidad y la vuelta a los orígenes; “con todo ello estamos reavivado nuestra conciencia de Iglesia, que camina unida, como Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, sacramento de salvación y de unidad para todos los hombres y mujeres de nuestra sociedad”.
En este sentido, el Prelado jiennense, ha recordado el verdadero papel de la Iglesia en el mundo, que no está hecha para sí, sino para la entrega: “Siendo conscientes de que la Iglesia no es para sí misma, sino que es para el mundo. La Iglesia, que es el Cuerpo y la presencia de Cristo, es ofrecimiento de la gracia y de la salvación de Dios para todos, la Iglesia es Cristo mismo que quiere ir al encuentro de todos sus hermanos, para ayudarles a creer en Dios, para devolverles la esperanza, para enseñarles los caminos de la paz y de la fraternidad, para consolar, para defender, para ayudar”.
Para concluir su alocución, Don Sebastián ha pedido la intercesión de la Madre de todos, la Virgen María, en este caso, bajo la advocación de Alharilla, cuando se celebra el 775 aniversario de su aparición. “Desde ya, todo lo ponemos a los pies de Ntra. Señora, la madre de Jesús, madre de la Iglesia, la Virgen de Alharilla, la Madre que nos enseña a dejarnos guiar por la fuerza del Espíritu Santo, el gran fruto de esta Pascua, y nos alienta a salir al encuentro de nuestros hermanos necesitados para mostrarles el camino de la salvación, el camino de la esperanza y el camino de la alegría”.
El coro de la Cofradía matriz ha participado con los cantos en una celebración con representación diocesano y carácter universal, en el que la que cristianos de todo el mundo pedían, a la vez, por el Sínodo en el que está inmerso nuestra Iglesia.
Galería fotográfica: «Vigilia de oración por el Sínodo de los Obispos»
