En las últimas décadas se ha impuesto la nítida conciencia de que el sacerdote no se hace de una vez para siempre en el momento inicial de su ordenación, sino que continúa consolidando a lo largo de toda su vida el don recibido por la imposición de las manos. La Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis «El don de la vocación presbiteral» del año 2016 nos habla divide así esta formación en dos grandes momentos: la formación inicial en el Seminario y la formación permanente que dura toda la vida en un deseo de que el sacerdote se configure cada día más con Cristo, Maestro, Esposo y Siervo.
La Delegación Episcopal para el Clero, que coordina el sacerdote Raúl Contreras Moreno, acaba de hacer público el plan diocesano para la animación de la formación presbiteral. Se trata de un proyecto impulsado de manera directa por nuestro Obispo, Don Sebastián Chico Martínez.
En él se establecen los cauces para alentar y favorecer que cada sacerdote asuma la tarea de una formación permanente que dura toda la vida. Un plan que establece principios, objetivos y cauces para impulsar el crecimiento sacerdotal en todas sus dimensiones: humana, espiritual, pastoral-misionera e intelectual. Concreta asimismo la estructura y la labor de la Delegación Episcopal para el clero en nuestra Diócesis.
Incluye en su parte final un anexo en el que se establece el temario para el trabajo en las convivencias sacerdotales por edades durante el actual trienio 2023/25.
El borrador de este plan fue presentado a todos los sacerdotes de la Diócesis a comienzos del curso pasado y, después de un período de recoger aportación y corregir algunos aspectos, ve ahora la luz de modo definitivo. Un proyecto que nuestro Obispo y la Delegación para el Clero pone bajo el amparo de la bienaventurada Virgen María, Madre de los sacerdotes.
Raúl Contreras Moreno
Delegado Episcopal para el Clero