BioAlverde, empresa de inserción sociolaboral de Cáritas Diocesana de Sevilla, y el estudio de arquitectura Recetas Urbanas se han aliado para crear unas instalaciones inclusivas y sostenibles en la finca de la entidad.
Las construcciones participativas son aquellos procesos de edificación en los cuáles, además de partidas profesionales, se incluyen a personas de diferentes entidades y espacios de la sociedad que, de forma voluntaria y sin necesidad de conocimientos técnicos iniciales forman también parte directa en la obra.
Con ese objetivo de inclusión que caracteriza cada actividad de BioAlverde, y de la mano de los arquitectos Santiago Cirugeda y Alice Attout, del estudio de arquitectura Recetas Urbanas, se ha iniciado la creación de las instalaciones de almacenamiento de productos y primera manipulación de la empresa agroecológica en su finca de Olivar de Quintos.
En el proceso participarán asociaciones, escuelas-taller, universidades y particulares que desean colaborar por la experiencia vital que supone integrarse en un proyecto de este tipo. Se propone que sea un espacio de convivencia más allá de la propia obra donde se puedan realizar actividades culturales y sociales durante el transcurso de la misma.
Institutos como los IES Hermanos Machado o Galileo Galilei, la Universidad de New Haven, la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, familias del CEIP Europa, ‘Abrázame’ o la Asociación ‘Diálogos para Construir’ son, entre otros, los diversos grupos que se han ofrecido.
Sostenibilidad
La sostenibilidad medioambiental es un punto clave en toda la planificación incluyendo energía fotovoltaica, fitodepuración de residuos en los baños, grandes aleros para aprovechamiento de la iluminación natural e innumerables materiales de reutilización como puedan ser contenedores marítimos, ventanas, estructuras metálicas, etc. Además, el edificio se ha planteado para que no suponga un impacto visual con el escenario en el que se encuentra incorporando una cubierta vegetal entre otras técnicas.
“Se trata de la estructura más grande y compleja que el estudio ha llevado a cabo a través de la construcción inclusiva”, declara el arquitecto Santiago Cirugeda.
Por su parte, Manuel Hernández, responsable del área de economía solidaria de Cáritas en Sevilla afirma que “para BioAlverde, este proyecto ejemplifica la importancia de cada paso individual para el logro de objetivos comunes que beneficien a la sociedad en su conjunto”.
Se espera que para septiembre de 2023 se dé por finalizada la instalación, participando en el proyecto un mínimo de 300 personas de diferentes nacionalidades, edades y capacidades.