Rocío Gaspar, periodista y directora de la agencia de comunicación «Pasedeprensa» siguió con expectación la proclamación de Francisco como Papa: «Yo seguí su nombramiento pegada a la tele, con mucha expectación».
«Durante el transcurso del nombramiento, en los minutos después de que fuera proclamado papa, puse en Google Francisco I y me aparecieron un montón de fotos y de pinturas del rey de Francia que era conocido con ese nombre. Hice una foto del «pantallazo», y lo puse en mi Facebook. A los quince minutos volví a poner Francisco I y … ¡fue sorprendente! Me salió toda la pantalla con fotos del nombramiento. Pensé lo alucinante que eran las comunicaciones que tenemos hoy día, cómo posicionan un acto tan importante, tan relevante y tan internacional como es el nombramiento de un nuevo Papa. ¡El pobre rey de Francia se había ido a lo más infinito de las fotos de abajo!
Y es que el hecho tenía muchas peculiaridades: jesuita, argentino, que hablaba castellano y que tú le ibas a entender perfectamente…Ésa era una de las cosas más fantásticas que podían pasar. Cuando un papa te habla en tu idioma te llega mucho más, es mucho más cercano.
Luego me di cuenta de cómo se iba introduciendo en las redes sociales ‘a saco’. Está en Twitter perfectamente organizado. Con el anterior Papa, ya existía un Twitter y no era así. Había un Twitter oficial pero no estaba bien organizado, había muchas páginas que no se sabían si eran oficiales o no… El papa Francisco, desde el primer momento, él y su equipo, han hecho un plan de comunicación «online» para su página web, la del Vaticano, y sobre todo, lo que más me ha llamado la atención es lo de Twitter. Todas las páginas de Twitter del Papa son exactamente iguales. Solamente sigue ocho cuentas, que son las cuentas del Papa en distintos idiomas. Es curioso, según el idioma del que se trate varía el número de seguidores, y esto es buenísimo para saber en qué país es más o menos popular. Analizar la figura del Papa a través de las redes sociales es un baremo buenísimo para saber si está haciendo un buen trabajo o no. Eso es interesantísimo. Por ejemplo, cuando tú entras en el idioma árabe tiene 96.000 seguidores, y eso es muchísimo, porque se supone que ahí no practican nuestra religión.
Los mensajes del papa en Twitter son muy cercanos a la gente. Creo que en el ámbito de la comunicación estamos ante un Papa revolucionario, no solamente «online», sino por la cercanía que tiene con la gente. Eso llama muchísimo la atención. Como el otro día, en una homilía, había un niño que correteaba a su alrededor y él permitió que se quedase junto a él. Que un Papa demuestre más cercanía, no tanta seguridad, ni tanto pragmatismo a la hora de visitar las ciudades, es algo bueno. Que no quiera, por ejemplo, mantenerse en el papa móvil sin que le vean ni le toquen..»
