El año que llega a su fin quedará mercado en la memoria de muchos como el año en que conocimos al papa Francisco. El 13 de marzo de 2013 se convirtió en un día para la historia en el mismo momento en que Jorge Mario Bergoglio (Buenos Aires, 1936) salía al balcón del Vaticano tras ser proclamado nuevo pontífice en la quinta votación del segundo día del cónclave.
Han pasado poco más de nueve meses desde ese momento. En tan corto espacio de tiempo, el papa Francisco ha sabido ganarse el respeto, la admiración y el cariño de ciudadanos de todo el planeta. La revista ‘Time’ le ha elegido personaje del año (en 2012 fue Barack Obama, presidente de los Estados Unidos) y ha calificado al pontífice como «la nueva voz de la conciencia».
Además, Forbes sitúa al pontífice en el cuarto lugar de la lista de personas más influyentes del mundo. Y el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas apunta a que ha aumentado considerablemente el número de personas católicas en España desde que Francisco es Papa. Pero ¿qué piensan los malagueños sobre el papa Francisco? Hemos querido preguntar su opinión sobre el pontífice a ciudadanos de la sociedad malagueña.
Entre todos los seguidores del papa Francisco, los jóvenes parecen manifestar una especial fascinación hacia su figura. La celebración en julio de la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud, en Río de Janeiro, se consideró histórica al ser el primer viaje al extranjero del papa Francisco en el quinto mes de su pontificado. La malagueña Ana Carrasco, de 32 años, siguió estas jornadas desde El Rocío, en Huelva. «Fue una fiesta de la fe, algo bonito, bueno y profundo. Vinimos todos muy reconfortados, con muchas esperanzas. Eso que dijo el Papa de que el creyente tiene que ser osado, que tiene que ser capaz de romper límites, me encantó. Eso de que «armen ruido pero que armen un ruido que dé vida» se me quedó grabado».
«UN SOPLO DE AIRE FRESCO»
Ana pertenece a la Comunidad de Asís, que está presente en diversas parroquias de la Diócesis de Málaga, por eso confiesa que vivió con mucha alegría la proclamación de un Papa que lleva el nombre de su santo. «El día que supimos su nombre y salió fue un momento de mucha alegría. Creo que este Papa ha traído un soplo de aire fresco, está poniendo palabras y diciendo muy claramente muchas cosas que todos esperábamos y necesitábamos oír. Son admirables sus gestos y la capacidad que está teniendo de acercarse a la gente que está peor». Entre todos los mensajes del Papa, Ana destaca la oración que pronunció por las víctimas de la tragedia de Lampedusa. Esta joven malagueña subraya también los gestos de atención de Francisco hacia los más necesitados: «me gusta su llamada a la pobreza y a la sencillez, a quedarnos con lo fundamental». Ana afirma sin dudar que está viviendo el pontificado de Francisco «como un impulso, y como un signo de mucha esperanza».
«ESCUCHA NUESTRAS PREOCUPACIONES»
Encarnación Moreno, de 48 años (Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, de Marbella), recuerda igualmente ese momento en el que el Papa salió al balcón por primera vez. «Desde ese instante me pareció diferente y no ha defraudado». Encarnación piensa que Jorge Mario Bergoglio está siendo «un revulsivo tanto para la Iglesia Universal como para el ciudadano no creyente de cualquier rincón del mundo; se hace eco de las otras realidades y preocupaciones del hombre de hoy».
«SU CARA TRANSMITE TRANQUILIDAD»
Lola Castañeda tiene 46 años. Pertenece a la parroquia de San Juan Bautista de Málaga y confiesa: «es un Papa que me gusta bastante. Desarrolla sus ideas acorde con la situación vital que ahora estamos teniendo, en todos los sentidos: ante el matrimonio, con las personas homosexuales… Su cara transmite tranquilidad».
«INSPIRA ALGO ESPECIAL»
También de la parroquia de San Juan de la capital es Lourdes Molina, de 82 años. Del papa Francisco Lourdes dice: «me parece una maravilla…es que lo veo tan sencillo, tan humilde… Estamos con una ilusión enorme. Su persona me inspira algo especial». Lourdes también opina sobre el antecesor del papa Francisco, Benedicto XVI, y sobre su decisión de abandonar el pontificado ante su falta de fuerzas: «fue un gesto de una humildad enorme. Creo que dejar ese puesto y tomar la decisión de retirarse fue muy humilde. Muy pocos han hecho eso».
«AMA Y QUIERE A LOS MÁS NECESITADOS»
José Gutiérrez, de 80 años, (Parroquia de Nuestra Señora de Fátima, Málaga) también da su lugar a Benedicto XVI: «Francisco es un buen Papa, pero me gustaría destacar que también lo eran Benedicto y Juan Pablo II. Francisco parece que se acerca más a los pobres o que quiere acercarse más a los pobres. He visto por televisión varias misas del Papa, y en ellas me he fijado cómo besaba a un niño chico, pero también a una persona con discapacidad que iba en una silla de ruedas. Se ve que el Papa Francisco ama y quiere a los más necesitados».
«DA POCA IMPORTANCIA AL BOATO»
Mari Carmen Martín, de 50 años, vive en el municipio de Fuente de Piedra, y su iglesia es la de la Virgen de las Virtudes. Para Carmen, la cercanía del Papa Francisco constituye una características inconfundible de su personalidad. «Yo destacaría su cercanía hacia la gente, su saber estar, la poca importancia que da a los ornamentos y el boato, su forma de vivir, de manera sencilla…También subrayaría la importancia que el Papa Francisco ha dado a la evangelización. El Papa Francisco hizo una homilía acerca de la crisis que estamos padeciendo en muchos países y destacó una frase de Jesús: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados que yo os consolaré»».
«UN HOMBRE MODERNO»
Federico Álvarez de Toledo, de 55 años, (parroquia de Santo Tomás de Aquino, en la capital), define al Papa como «un hombre moderno, adelantado a su tiempo. Yo creo que este hombre ha traído a la Iglesia un aire fresco, nuevo, que creo que hacía falta. Su forma de pensar es avanzada».
Ana Oñate