El domingo 29 de diciembre, siguiendo con la costumbre de sus antecesores, el Obispo de Guadix, Mons. Ginés García, felicitó la Navidad al arciprestazgo de Baza celebrando la Eucaristía en la Iglesia Mayor. Concelebraron el párroco, José Díaz, el Vicario Parroquial, Rafael Tenorio, y el Secretario-canciller, Manuel Millán.
Al ser domingo de la Sagrada Familia, el Obispo habló en la homilía del ejemplo de la Sagrada Familia y de los valores de la familia cristiana. D. Ginés comenzó su homilía con estas palabras: «seguimos reflexionando sobre los misterios de la Navidad, donde Dios se ha hecho hombre queriendo nacer en una familia: la familia de Nazaret». Y presentó a la familia como un bien social y, al mismo tiempo, como una realidad sobrenatural y evangélica. Citando al Papa Juan XXIII, ha afirmó que la Sagrada Familia fue la mejor escuela de caridad, vida y entrega para Jesús y que a día de hoy sirve de ejemplo para los cristianos.
La familia, dijo el prelado en su homilía, es «el lugar donde se inculcan las virtudes, se enseñan los valores, es una comunidad de amor, donde se comparte todo lo que supone la vida y donde se aprende el amor. Como dice el Concilio Vaticano II, la familia es Iglesia doméstica».
El Obispo de Guadix tuvo palabras de aliento y consuelo para aquellas familias que tienen verdaderas dificultades para seguir adelante y a las que les falta lo necesario para vivir. En esta situación de crisis, dijo, la familia se ha convertido en el verdadero «colchón» donde se «amortiguan» todas estas dificultades.
También se refirió al eslogan que ha propuesto la Conferencia Episcopal para el día de la Sagrada Familia: «Esposo y esposa, padre y madre por la gracia de Dios». Es bueno recordar, comentó, estos conceptos, pues la legislación habla de progenitor A y progenitor B, y de contrayente A y contrayente B.
Terminó la homilía presentado el texto de la segunda lectura de San Pablo como un precioso programa de lo que debe ser una familia, destacando cinco aspectos: misericordia entrañable, bondad, dulzura, comprensión y amor.
La ceremonia terminó con el tradicional beso a la imagen Niño Jesús, con los cantos del Coro Juan Hernández.
Carlos Valle