El día 4 de febrero finalizó la visita pastoral del obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, a la parroquia de Benamaurel y sus anejos. Y lo hizo con una solemne Eucaristía, en la que impartió el sacramento de la Confirmación a 11 jóvenes de la comunidad parroquial. Les pidió que fuesen sal de la tierra y luz del mundo, que den sabor a un mundo donde todo se ha descafeinado. “Sed luz en medio de tanta tiniebla. Ese es el camino del confirmado y de todo cristiano”, les dijo el obispo a los jóvenes.
Cantos, júbilo, alegría, regocijo en una visita cargada de presencia de Dios y de presencia humana, que comenzó el jueves 2 de febrero y que ha permitido al obispo conocer la parroquia de Benamaurel y sus anejos.
El jueves visitó parte de Benamaurel y el anejo de San Marcos. Al día siguiente, Mons. Francisco Jesús Orozco conoció la Asociación Esperanza, dedicada a personas con discapacidad. Es una Asociación sin ánimo de lucro, creada en 1993, con vocación de dar respuesta, desde un grupo de voluntarios y familias, a las necesidades de atención especializada que demandan sus hijos con discapacidad.
Después, el obispo se desplazó al colegio, con unos 200 niños y niñas , profesores, y profesoras que lo recibieron con gran alegría. Le prepararon un bonito recibimiento organizado por la profesora de religión, con la ayuda del resto de profesores.
Ya por la tarde, el obispo visitó la ermita de Cuevas de Luna, la del Negro y la de Huerta Real. Terminó la jornada en el anejo del Salto, donde fue recibido por más de 100 vecinos y celebró una Eucaristía que terminó con un aperitivo compartido. Sin duda, fue un día de gracia y de encuentro fraternal con la feligresía del Salto.
Terminó la visita pastoral el sábado 4 de febrero con la Misa estacional y el sacramento de la Confirmación para 11 jóvenes. Al finalizar la misma, el obispo subió al camarín de la Patrona de Benamaurel, la Virgen de la Cabeza, se puso de rodillas ante ella y le pidió que le siguiera ayudando en su ministerio episcopal.
Han sido 3 días intensos que el párroco, Joaquín Caler, agradecía así: “gracias, pastor, por su visita, su cariño y su cercanía, pero sobre todo porque a través de su presencia nos ha hecho sentir que Dios es Amor”.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix