«Ser “sal”, ofreciéndonos como “regalo” para los demás. Ser “luz”, pero con nuestras mejores acciones», subraya Antonio Gil en «Al Trasluz»
Seguimos celebrando los domingos del Tiempo Ordinario, acercándonos ya a la próxima Cuaresma. En el evangelio del V Domingo, las palabras de Jesús, describiendo la misión de sus discípulos en el mundo: “Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo”. Jesús se expresa con un lenguaje sencillo para que todos puedan comprender su mensaje. Me han encantado los matices que el papa Francisco pone a “la sal y a la luz”. De la sal dice que “la sal es sal cuando se da”. Y subraya con fuerza: “Darse, dar sabor a la vida de los demás, dar sabor a todo lo que podamos con el mensaje del Evangelio. Darse. No salvaguardarse a sí mismo. La sal no es para el cristiano, el cristiano debe regalarla”.
Y sobre “la luz”, el Papa nos ofrece este matiz: “¡El mundo necesita la luz del Evangelio que transforma, sana y asegura la salvación a quien la acoge! ¡Debemos compartir la luz de la fe, llevándola a todas partes con nuestras buenas acciones!”.
Hermosos mensajes para los cristianos de esta hora: Ser “sal”, ofreciéndonos como “regalo” para los demás. Ser “luz”, pero con nuestras mejores acciones, con nuestro testimonio más audaz y eficaz.
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