La Historia de la Diócesis de Almería se divide en dos periodos perfectamente definidos: el primero abarca los quince primeros siglos de nuestro calendario y el segundo los cinco últimos.
La creación de la Diócesis en el siglo I por San Indalecio en la ciudad de Urci, situada en los alrededores de Pechina se basa en la tradición de los Varones Apostólicos; de ellos hay testimonios escritos en los siglos VII-VIII-IX, aunque los más optimistas conducen hasta finales del s. VI. Estas fuentes escritas son de distinta procedencia, lo cual suponen una fuente común anterior; el origen apostólico de la diócesis pudo ser mantenido por tradición oral.
En esta primera época las noticias ciertas alternan con otras que son fantasías de los falsos cronicones del Medievo y del siglo XVII.
El segundo periodo, por el contrario, está abundantemente documentado. Por ser el que ha configurado a la actual Iglesia local se indican las diversas etapas del proceso.
Siglo XV: Creación de la Diócesis
Una vez que los Reyes Católicos se hicieron cargo de Almería, el 21 de mayo de 1492, D. Pedro de Mendoza, Cardenal Arzobispo de Toledo, erige la Catedral de Almería; en estos mismos años se fundan también los conventos de S. Francisco y Santo Domingo; con estas instituciones estaba garantizada la atención religiosa para la exigua población cristiana de la Ciudad.
Siglo XVI: Presencia y rebelión de los moriscos; repoblación con cristianos viejos
Después de la sublevación de los mudéjares en el año 1500, éstos en su mayoría prefieren el bautismo al destierro, con lo que quedan constituidos en moriscos o cristianos nuevos. Fuera de la Ciudad de Almería, la mayoría de la diócesis estaba habitada por ellos; la nueva situación hace necesaria la creación de parroquias que se lleva a cabo el 26 de mayo 1505 con la erección de oficios y beneficios en las iglesias parroquiales de la ciudad y obispado de Almería por Fray Diego de Deza, Arzobispo de Sevilla; en este tiempo se funda un convento de Trinitarios.
En 1568 se sublevan los moriscos; seguidamente son expulsados y comienza la repoblación con cristianos viejos. De éstos informaba el obispo D. Juan García en 1599 que eran unos tres o cuatro mil vecinos, todos pobres o casi ignorantes, que apenas poseen bienes temporales y espirituales.
Siglo XVII: Aplicación del Concilio de Trento
El primer paso lo dio el Obispo Portocarrero celebrando un Sínodo en el año 1607; pero no llegó a publicarse por lo que no entró en vigor. Además erigió el Seminario en 1610. En 1635 el obispo D. Antonio González de Acevedo celebra otro Sínodo que se publica y, por tanto, entra en vigor por primera vez; estuvo vigente durante casi tres siglos, hasta 1929 en que se celebra otro.
Siglo XVIII: Se organiza la Diócesis
El primer documento que aparece es en 1763 organizando uno de los aspectos caritativos como es del Obispo, D. Claudio Sanz y Torres para la administración de los niños expósitos. El segundo en el tiempo va dirigido a la organización de la economía: en 1775 D. Benito Ramón de Hermida da normas para la recolección del diezmo. Los restantes documentos de este siglo están a cargo del Obispo, D. Anselmo Rodríguez y son referentes a la organización de las parroquias: en 1782 erige en perpetuos los curatos y vicarías y en 1790 desmembra, erige y dota los beneficios del obispado.
Siglo XIX: Un nuevo tipo de Iglesia
La Diócesis de Almería, al igual que en el resto de España se encuentra con una revolución acelerada hacia una nueva sociedad; se pueden distinguir dos periodos en este siglo: desde 1808 a 1868 que son los años decisivos en que se pasa de la vieja Monarquía Absoluta a un Estado burgués, liberal en lo político y en lo económico: durante este tiempo fueron objeto de honda preocupación para los obispos almerienses los temas de la tolerancia de cultos, la libertad de prensa y enseñanza, el matrimonio civil, etc., sobre los que publicaron cartas pastorales, unas veces individualmente, otras fueron exposiciones en conjunto con los obispos de la Provincia Eclesiástica. El segundo periodo se inicia en 1868 hasta llegar a la Restauración.
En la primera mitad del siglo se produce la sede vacante más larga de la historia, unos quince años; la desamortización, etc. En la segunda mitad proliferan las instituciones de enseñanza de la Iglesia, la ampliación del Seminario (modesta en 1815 y muy importante en 1851), la catequesis, la prensa católica, la publicación del Boletín Eclesiástico en 1865 y la reedición de las Constituciones Sinodales en el mismo año, las devociones particulares, etc.
En relación al movimiento obrero surge el Círculo Católico, el Semanario Popular y la participación en la Peregrinación Obrera a Roma en 1894.
Siglo XX: Algunas fechas significativas
1929: Celebración del Sínodo Diocesano
1953: Inauguración del Nuevo Seminario Diocesano
1993: Beatificación del obispo, D. Diego Ventaja Milán
1999: Celebración del Sínodo Diocesano
Enrique Silva Ramírez
Archivero Diocesano
San Indalecio, uno de los siete varones apostólicos, es el Patrón de Almería junto a la Virgen del Mar.