115 laicos, religiosos y religiosas y algún sacerdote participaron en el encuentro “vocación y cultura vocacional” que tuvo lugar el pasado sábado, 14 de enero, en la Casa de espiritualidad de Aguadulce. Organizado por la delegación de Vida Consagrada, desde las 10 de la mañana hasta la comida compartida los participantes guiados por el Hermano Jorge Sierra y acompañados por nuestro obispo, Antonio pudieron descubrir nuevos aspectos sobre la vocación y lo que significa para la Diócesis.
Procedentes de la capital y de la provincia, jóvenes y mayores (desde unos meses a 87 años, pasando por adolescentes), laicos y consagrados, hombres y mujeres, sacerdotes, catequistas, educadores, consagrados y consagradas fueron interpelados a descubrir “que Dios nos llama a todos, que Dios llama siempre. La cuestión es ¿soy, aquí y ahora, lo que Dios ha soñado para mí?”, afirmaba el ponente en su charla.
Durante el diálogo entre grupos y en las conclusiones se afirmaba que “Hemos descubierto en este encuentro que la vocación nace de la libertad. Libertad del que llama (Dios) y libertad de quien responde. Y que, aunque esa respuesta sea personal, individual, se vive y se desarrolla en comunidad. Y hemos constatado que cuando esa respuesta a la llamada de Dios es afirmativa nos implica (en la vida de la diócesis) y nos complica la vida”.
Sin duda, una reunión que hace visible el espíritu sinodal que sigue viviendo nuestra diócesis y toda la iglesia universal.