Desde hace ya bastantes años, la parroquia de Caniles no ha vivido tan intensamente la Navidad como recuerdan los más mayores de nuestra feligresía. Ya los últimos días del Adviento, se iba notando en el ambiente de la parroquia, sobre todo de la catequesis, con los niños y adolescentes, porque este año su párroco ha querido motivarlos con la participación de un Belén viviente el día de Nochebuena, tras la celebración de la Eucaristía.
La noche del 24 de diciembre la iglesia se hizo pequeña a la hora de la Misa del Gallo; mucha gente se quedaba en pie porque no había sitio para sentarse y sus naves laterales de la parroquia de Santa María y San Pedro de Caniles se llenaban de feligresía. Los niños y jóvenes, junto al grupo de liturgia de la parroquia, estuvieron acompañando la celebración, con los cantos propios de los villancicos. Tras la misa el ambiente navideño se celebró por todo lo alto.
La participación de los días de año nuevo y el día de Reyes se vivieron también con gran intensidad, sobre todo para los niños. El grupo de matrimonios celebró y participó en la Misa del día de la Sagrada Familia, donde, al finalizar la Eucaristía, tuvieron una cena-convivencia.
Desde Cáritas parroquial se tuvo también un encuentro navideño y comida fraterna, en el que se homenajeó a una de sus colaboradoras más mayores. En la Residencia de La Torre se celebró también la Misa de Navidad, y tras la Eucaristía se cantaron villancicos y se comieron los típicos dulces navideños. Unas navidades intensas donde se ha vivido el nacimiento del Señor con gran intensidad.
Por último, desde aquí agradecer a todos los feligreses su disponibilidad y colaboración en estos días tan intensos de Navidad vividos en nuestra parroquia.
Rafael Tenorio
Párroco de Caniles