El viernes 24, este año Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el P. Joaquín Reina Castrillón SJ inició un importante viaje: Roma era la meta de su camino, una vez que fue clausurada la fase diocesana de su Causa de Canonización.
La Catedral de Almería se vestía de fiesta para acoger en primer lugar la Santa Misa presidida por nuestro Obispo don Antonio en la que la gran cantidad de RR. Siervas de los Pobres Hijas del Sagrado Corazón de Jesús recordaron cómo hace 80 años el P. Reina recibía allí, en la Capilla de la Piedad, la inspiración para fundar esta Congregación. El Obispo habló en su homilía de un Dios que nos cuida personalmente como pastor, de una imagen del Sagrado Corazón diferente que hay en un Convento de su pueblo y que es un Crucificado rodeado de una ráfaga que nos recuerda dónde está el origen de tanto amor de Dios, de una Padre Reina que confiaba en Él y de unas Religiosas Hijas suyas que tienen que vivir así repartiendo a todos el amor del Corazón de Cristo.
Finalizada la Eucaristía, en el Trascoro tuvo lugar la Sesión de clausura de esta Causa de canonización que se abrió hace cinco años y que la pandemia había impedido terminar. Tras la invocación al Espíritu Santo, el Obispo diocesano y los miembros del Tribunal por él delegado para recoger las pruebas documentales y testificales realizaron su juramento de haber cumplido fielmente su deber, junto con la Postuladora de la Causa Da. María Ángeles de Santiago Hernando y la Vicepostuladora Hna. Inmaculada Saavedra. Nombrada esta última como Portadora del Trasunto y copia pública de la Causa a Roma, mientras el arquetipo original se queda en el archivo de la diócesis, el acto concluyó con la firma del acta y del instrumento de clausura y la declaración del Obispo cerrando esta fase diocesana de la Causa, con más de mil páginas de documentación histórica y más de setenta testigos en un total de más de dos mil trescientas páginas. Las palabras de Madre María del Carmen García Montes, Superiora General de las RR. Siervas de los Pobres y de nuestro Obispo don Antonio cerraron este solemne acto, invitando a todos a crecer y caminar hacia la santidad, meta de nuestra vida cristiana.