Ayer domingo en el día de la Ascensión del Señor, la Catedral de Cádiz acogió a dos catecúmenos adultos en la celebración del Rito de Entrada a la Iniciación Cristiana, presidida por el obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza.
El prelado en su homilía señalaba, haciendo referencia a la solemnidad de ayer «que nosotros como consecuencia de la muerte y resurrección de Jesús, podemos ahora vivir la vida de Dios, la vida de los Hijos de Dios que vosotros concretamente vais a recibir en el Bautismo, la gracia inmensa del Bautismo que a veces olvidamos los cristianos».
«Está en nosotros, vive para nosotros, no se ha ido -continuaba- vive en la Iglesia y tira de nosotros para que no olvidemos nunca que somos peregrinos del Cielo, para vivir consecuentemente la plenitud de esa vida a la que hemos sido llamados, por la que Él nos ha llamado».
«Hoy damos gracias a Dios porque esperamos la venida del Espíritu Santo, esperamos la celebración de Pentecostés. Vivamos como bautizados, vivamos como quienes viven en comunión con Dios, como quienes por encima de todo, escuchan al Señor y anhelan estar eternamente con Él. No podemos ocultar nuestros criterios, nuestros principios de vida cristiana, ni dejar de actuar en un mundo donde vivimos como si Dios no existiera, donde la ausencia de Dios provoca tanto egoísmo, tanta soledad, frustración y fracaso, porque el hombre sin Dios es un huérfano, un naufrago a la deriva…»
Dolores y Rafael, ya han comenzado este peregrinaje hacia el Bautismo, un camino de fe que el Señor concede a los fieles. De manera que ahora, deberán vivir un periodo sólido y prolongado en el que concluirán con los escrutinios y las entregas.
En la celebración también estuvo presente la Hermandad del Rocío con el traslado del Simpecado a la Catedral donde permanecerá hasta mañana martes 31 de mayo para celebrar la Misa de Romero a las 9:30h que estará presidida por el obispo diocesano.
