
Las calles de Huéscar se volvieron a llenar de ramos en el inicio de la Semana Santa. Tras dos años en los que la pandemia evitó que la procesión del Domingo de Ramos se celebrase, este año sí se pudo realizar, desde el convento de las madres dominicas hasta la iglesia de Santa María, donde se celebró la Santa Misa.
Una gran multitud de personas acudió con sus palmas, sobre todo de las distintas Hermandades y Cofradías. Los hermanos mayores acompañaron al párroco revestidos con los trajes de penitente de su Hermandad, dándole más colorido a la procesión. También la corporación municipal se unía a la procesión y Eucaristía de este día.
La sencillez y el esplendor se dieron la mano en la iglesia este Domingo de Ramos, y, de nuevo, se volvió a leer la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Al finalizar la Eucaristía, los sacerdotes, acompañados de los monaguillos y el hermano mayor del Santo Sepulcro, acudían a la capilla del Santísimo para hacer una reverencia al Cristo Yacente y a la Santísima Virgen de los Dolores. Después, los devotos han hecho turnos para hacer una pequeña oración ante los sagrados titulares de esta Hermandad.
Y, como cada Lunes Santo desde el año 2012, tenía lugar en la parroquia de Santa María de Huéscar, el Viacrucis organizado por Federación de Cofradías. Las estaciones, que están señaladas por las calles de Huéscar, se pusieron con motivo de la llegada de la Cruz y el Icono de la JMJ, en el año 2011.
Fue un Viacrucis muy participativo, en el que las Hermandades y Cofradías llevaron la cruz en el tramo que se les había asignado y leyeron la estación que les correspondía. La capilla de Música «Virgen de la Piedad,» de Huéscar, se encargó de poner música al Viacrucis.
José Antonio Martínez
Párroco de Santa María. Huéscar