Santa romana del siglo XIV. Aunque siempre había sentido la vocación de religiosa, se casó por obediencia a su padre y tuvo tres hijos. Durante toda su vida estuvo sirviendo a los pobres y cultivó la oración profundamente y recibió para ello el apoyo de su cuñada Vanozza. Tras sufrir una desgracia familiar, su marido y su cuñado fueron arrestados y toda la familia entró en la pobreza. Cuando murió su primer hijo, la santa decidió convertir su casa en hospital y Dios premió sus oraciones y trabajos concediéndole el don de sanar a los enfermos. La fama de los milagros y virtudes de la santa se había divulgado por toda Roma y de todas partes la llamaban para que curase a los enfermos y arreglase las disputas.
Finalmente, Francisca fundó la congregación de las Oblatas de María cuyo carisma era consagrarse a Dios interiormente y servir a los pobres, aunque más tarde pasó a llamarse las Oblatas de Tor Specchi.
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