Ayer lunes, 24 de enero, falleció en Sevilla el sacerdote diocesano Pedro Arenal Macarro.
Pedro Arenal nació en Sevilla el 7 de octubre de 1939, siendo ordenado sacerdote el 15 de junio de 1964.
Su primer destino pastoral fue Constantina, como coadjutor de la Parroquia de Santa María de la Encarnación y capellán de las Jerónimas. En 1966 es nombrado párroco de Santa María de Gracia, de Almadén de la Plata, cargo que ejerce hasta 1971, cuando lo designan párroco de la Inmaculada Concepción, de Alcalá de Guadaira. En 1974 es destinado a Pilas, como párroco de Santa María la Mayor. Durante esta etapa fue formador y profesor del Seminario Menor de Pilas.
En 1979 asume la capellanía del Monasterio de Santa María la Real, de Bormujos, y es moderador del equipo sacerdotal de la Parroquia del Divino Salvador, de Castilleja de la Cuesta. Asimismo, en la curia, es responsable del Departamento de Niños y Adolescentes del Secretariado de Catequesis.
En 1981 vuelve a Alcalá de Guadaira, como párroco de San Mateo, ejerciendo también la labor docente, como profesor de Religión Católica. Una década después, lo nombran moderador del equipo sacerdotal de la Parroquia de Nuestra Señora de la Salud, de Sevilla.
Párroco de Nuestra Señora de la Estrella, de Valencina de la Concepción, desde 1993 hasta 2009, cuando esnombrado párroco de San Vicente Mártir, hasta su jubilación en 2013.
La Archidiócesis de Sevilla agradece su servicio incansable a la Iglesia dicoesana y ruega por el eterno descanso de su alma.