El próximo 2 de febrero se cumplen veinte años del fallecimiento del claretiano Rafael Gómez Manzano. Con este motivo me ha animado a escribir una reseña de él, un fiel seguidor suyo, Salvador Fernández-Vivancos, a quien tengo la suerte y la gracia de conocer.
Me invitó hace casi seis años a la presentación de cuatro volúmenes de este médico-psiquiatra y sacerdote, que recopilaban sus cursillos de formación, dirigidos a la vida consagrada. Hasta ese momento, no conocía al Padre Rafael.
Como consagrada la temática me pareció necesaria. Como psicóloga, su aportación me resultaba imprescindible. Son cuatro libros de la colección Emaús, que publica la editorial San Pablo.
El libro “Los valores humanos en la vida consagrada” plantea la importancia de descubrir que la persona consagrada, antes de ser consagrada, es persona. Y como tal, valiosa y precisada de encontrarse con sus valores para su crecimiento personal y el de su vocación.
El libro “La corporalidad en la vida consagrada” propone el reconocimiento del cuerpo y las realidades vinculadas con él. El cuerpo es el medio a través del cual somos, nos relacionamos, creemos, y vivimos.
El libro “Las relaciones interpersonales en la vida consagrada” es una invitación a adentrarnos en la alteridad. Somos seres sociales, relacionales, y este mundo de interacción no es fácil. Requiere unos conocimientos personales, unas habilidades sociales y un deseo de diálogo y encuentro.
Finalmente, el libro “Los votos de pobreza y obediencia en la vida consagrada” son una apuesta por profundizar en estos rasgos característicos de la vida consagrada, que van más allá de lo estrictamente jurídico para ahondar en las raíces de los consejos evangélicos que los sostienen.
Cuatro libros que contribuyen a cimentar la vida consagrada en una formación sólida, no sólo para el conocimiento, sino sobre todo para la vida. El Padre Rafael con este legado nos ayuda a cuidar la formación permanente.
Como apasionada de la escritura me atrevería a afirmar que, un libro es una creación donde queda impresa nuestra huella de saber y de identidad más profunda, y la que nos sobrevivirá cuando nos hayamos marchado.
Mª Victoria Romero Hidalgo
Consagrada en el I.S Alianza en Jesús por María