El sacerdote, en su sección «Al Trasluz», nos presenta a María poniéndose en camino para ser madre
Nos encontramos ya en vísperas de la Navidad y el Adviento agota sus últimos días contemplando a la Virgen María y a su esposo, José, mientras nos llega el eco de una preciosa canción: «La Virgen sueña caminos, está a la espera. / La Virgen sabe que el niño está muy cerca…». El Evangelio del IV domingo de Adviento nos presenta a María, poniéndose en camino, y de prisa, una vez que el ángel del Señor le ha anunciado que va ser madre. El papa Francisco la ha llamado «Virgen de la prontitud». Y el camino de Nazaret a la montaña de Judea es una verdadera «procesión del Corpus», según Benedicto XVI: «La Nazarena lleva en su seno el cuerpo y la sangre de Cristo». Por este motivo, san Juan Pablo II la llamó «Mujer eucarística».
Lucas, el evangelista de los pobres y sencillos, el evangelista de la misericordia y de la ternura de Dios, nos narra el encuentro entre dos mujeres, Isabel y María, para recordarnos las «visitas» de Dios a nuestra vida. Y la hermosa lección de la Virgen: «Si de verdad se escucha la Palabra de Dios, transmitida a María por medio del ángel, entonces hay que levantarse y partir». El viaje de Galilea a Judea nos evoca «el viaje misionero» de todo creyente que escucha la Palabra y quiere ser instrumento de Dios para la salvación. La experiencia de un «verdadero encuentro» con Dios empuja necesariamente a salir de nosotros mismos y servir a los demás.
La entrada “La Virgen sueña caminos…”, por Antonio Gil apareció primero en Diócesis de Córdoba. Ver este artículo en la web de la diócesis