Cáritas Regional del Archipiélago, el Secretariado Diocesano de Pastoral de Migraciones de la Diócesis de Canarias y la Delegación de Migraciones de Tenerife lamentan «profundamente todos y cada uno de los fallecimientos que se están produciendo en la ruta migratoria canaria, fruto de la falta de respuestas de las administraciones y de la ausencia de políticas de apoyo a la cooperación fraterna y la solidaridad con los países más empobrecidos».
En el comunicado conjunto expresan: «Queremos recordar lo que los dos obispos del Archipiélago, el año pasado, nos decían al respecto de esta dramática situación. En esta línea, y aunque no se puede obviar la complejidad de situaciones que convergen en este drama, sabemos que la injusticia del comercio internacional, el hambre, las guerras inducidas en países con riquezas mineras, los regímenes políticos dictatoriales que expolian y reprimen a su pueblo, las persecuciones políticas y religiosas, las mafias organizadas, el uso de los flujos migratorios como forma de presión política, etc., hace necesaria una regulación de las migraciones que pasa por abordar sus causas para asegurar el primer derecho de un emigrante: permanecer o regresar a su casa de manera voluntaria».
Como recientemente ha expresado también nuestro Papa Francisco, «la dignidad y la libertad trascienden el miedo y la división. La migración no es un problema del Oriente Medio y del África septentrional, de Europa y de Grecia. Es un problema del mundo. Sí, es un problema del mundo, una crisis humanitaria que concierne a todos. La pandemia nos ha afectado globalmente, nos ha hecho sentir a todos en la misma barca, nos ha hecho experimentar lo que significa tener los mismos miedos. Hemos comprendido que las grandes cuestiones se afrontan juntos, porque en el mundo de hoy las soluciones fragmentadas son inadecuadas. Pero mientras se llevan adelante las vacunaciones a nivel planetario y —aun en medio de muchos retrasos e incertezas— algo parece que se está moviendo en la lucha contra el cambio climático, todo parece terriblemente opaco en lo que se refiere a las migraciones. Y, sin embargo, están en juego personas, vidas humanas. Está en juego el futuro de todos, que sólo será sereno si está integrado. El futuro sólo será próspero si se reconcilia con los más débiles…».
Fuente: Cáritas Diocesana de Tenerife