Ni el frío invernal, ni el cansancio de la semana fueron impedimento para que el pasado viernes la juventud baezana asistiera a su cita mensual con el Señor.
Desde la Parroquia de San Andrés Apóstol y Santa María del Alcázar, los jóvenes del Arciprestazgo de Baeza portaron la réplica de la cruz de la JMJ que se realizó con motivo de su paso por Baeza hasta la Parroquia de El Salvador. En un ambiente festivo, pues la colación de San Andrés celebraba las Reales Fiestas del Concejo en honor al Santo Patrón de la ciudad, y lleno de cantos y júbilo, los jóvenes llevaron la cruz y el cuadro de Su Santidad San Juan Pablo II por las calles de Baeza.
Ya en el templo, fueron recibidos por D. Juan Quiles Clajer, Párroco y Canónigo de la SIC, quien recordó a los presentes que el símbolo que acababan de portar en sus hombros, gracias a Jesús, pasó de ser un símbolo de dolor y martirio al símbolo del amor de Dios. Tras realizar una oración, dio comienzo la actividad organizada para la ocasión consistente en una lluvia de ideas con Dios. Los jóvenes escucharon el testimonio de Javier Flores, un joven de Villanueva del Arzobispo, partícipe de la vida y actividad de su parroquia, que confesaba llevar su fe con entusiasmo. En su testimonio animaba a todos los jóvenes a aportar a la Iglesia con su presencia el entusiasmo y la frescura que dan los años de juventud. Concluía su intervención defendiendo que merece la pena vivir el amor de Dios.
Posteriormente, dio comienzo la participación directa de los pequeños y adolescentes baezanos en la actividad, que fue amenizada por el coro de la Parroquia. Se repartieron papelitos de distintos colores en los que debían escribir una crítica, una virtud y un reto de la Iglesia para con la juventud. Después de un intenso y participativo debate, en el que se leyeron las distintas ideas de los jóvenes, estas fueron ofrecidas al Señor pegando los papeles en la cruz.
Finalmente, tuvo lugar un ágape en los salones parroquiales de El Salvador.
Juan José Sánchez Martínez
Baeza
