«Iglesia en Córdoba», esta revista semanal que tienes en tus manos, cumple diez años de vida. Hace diez años comenzó a publicarse, tal como la conoces ahora. Es motivo de gozo, de gratitud y de esperanza.
Mirando hacia atrás, diez años suponen casi 500 números sucesivos, miles de fotografías que resumen la vida de la diócesis de Córdoba, artículos, pensamientos, crónica de acontecimientos, insertos de documentos pontificios y episcopales, informaciones de todo tipo. Una historia en imágenes y en aportaciones para contar lo que sucede en nuestra diócesis de Córdoba.
De estos diez años, los cinco primeros pertenecen al servicio episcopal de Mons. Juan José Asenjo Pelegrina, actual arzobispo metropolitano de Sevilla y entonces obispo de Córdoba, y la segunda mitad, otros cinco, recogen la vida de la diócesis durante el servicio episcopal de un servidor que ahora os preside en el Señor.
Doy gracias a Dios por esta andadura, que han pilotado los sucesivos delegados de medios, primero José Juan Jiménez Güeto durante casi ocho años y después Pablo Jesús Garzón García más de dos años. Y han trabajado al servicio de esta publicación los distintos trabajadores en la delegación de medios, especialmente Blas Francisco Benítez Murillo como diseñador gráfico. No olvidamos a Bárbara Castro García, que Dios llevó consigo hace cuatro años y nos dejó a todos el testimonio cristiano de su vida. La delegación diocesana de medios de la diócesis de Córdoba recibió el «Premio Bravo» 2009, «por su trabajo eficaz en la atención a los medios, que ha sido en los últimos años constantemente mejorada con nuevas iniciativas, como por ejemplo el Canal Diócesis TV, de televisión por Internet, para hacer llegar a todos la información de la vida diocesana.
Quisiéramos que «Iglesia en Córdoba» continúe siendo un cauce de comunión eclesial. Conociéndonos mejor y comunicándonos unos con otros, podamos tener información oportuna desde todos los puntos de la diócesis, para que la comunión eclesial se fortalezca. No sólo porque aparecen las actividades del obispo en los distintos lugares, sobre todo con motivo de la Visita pastoral, y su carta semanal como una palabra orientadora, sino porque aparecen los acontecimientos diocesanos para conocimiento de todos: consejo presbiteral, consejo de laicos, consejo de pastoral, órdenes sagradas y campaña vocacional, confirmaciones y peregrinaciones juveniles, vida consagrada y sus múltiples obras de apostolado, encuentros de seglares en distintos momentos, campañas de Iglesia universal y programas concretos de nuestra diócesis.
Se trata de una revista semanal que es esperada por muchos hogares, donde pueden acceder a su lectura todos los miembros de la familia, incluso los que no van a la Iglesia. He encontrado en bastantes parroquias una sencilla y eficaz organización, que pone a disposición de todos esta revista, llevándola también al domicilio de los impedidos. Invito a los párrocos y a las personas que con ellos colaboran a que con motivo de este décimo aniversario hagamos una campaña de difusión capilar, de manera que pudiéramos duplicar su difusión. Tiene un costo simbólico, no real, y es un medio muy eficaz de llegar a todos los hogares que lo deseen. Depende mucho de cada parroquia y de la prioridad que demos a este instrumento que evangeliza eficazmente.
Muchos obispos han felicitado al obispo de Córdoba por esta revista diocesana, felicitación de la que hago partícipe a todos los que trabajan o colaboran en la misma. Se sostiene gracias a sus muchos lectores y al diligente reparto que organiza cada párroco.
«Iglesia en Córdoba» tiene futuro y depende en gran parte de sus lectores que se mantenga en la línea sostenida y creciente durante estos diez años. Felicidades y enhorabuena. A seguir trabajando de manera que este instrumento sea vínculo de comunión y de información de la diócesis de Córdoba.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba