La vocación sacerdotal de Jesús Espinar surgió a sus 14 años. Cuando se preparaba para recibir el sacramento de la Confirmación, empezó a notar “la necesidad que tenía de la Eucaristía”.
Él sentía que Dios quería algo más, pero no sabía qué era exactamente. “En medio de esta situación un sacerdote me dijo cuando me acerqué al confesionario; ¿Tú le has preguntado al Señor si quiere que seas sacerdote? Aquella pregunta me abrió los ojos y empecé a preguntarme lo que Dios quería. Mientras tanto ayudaba de monaguillo. Sin esperarlo, varios meses más tarde, hubo una convivencia en mi Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno sobre el Seminario. De aquella convivencia salí con la certeza de que eso era lo que Dios quería”, afirma.
La convicción de este joven fue tan profunda y su perseverancia y obediencia tan reales, que el sábado 18 de septiembre recibirá el sacramento del Orden de manos de monseñor José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, en el Altar del Jubileo de la Catedral hispalense, a las once de la mañana, conjuntamente con ocho seminaristas que recibirán el sacramento del orden diaconal.
Al servicio del pueblo de Dios
Ante este acontecimiento que marcará el inicio de una nueva etapa en su vida, el candidato al sacerdocio expresa sentirse “sobrecogido ante el sacramento del Orden Sacerdotal que le configurará para siempre con Cristo Cabeza al servicio del pueblo de Dios”.
“Este paso es bello – refiere – pero a la vez implica una responsabilidad tan grande que solo puede ser entendida como respuesta a la vocación recibida del Señor. A estos sentimientos va unida una gran alegría confiada que brota de saberse en manos de Dios”. Su comunidad de referencia ha sido la Parroquia Santa María de las Virtudes, de La Puebla de Cazalla. “Esta es la parroquia en la que he vivido mi fe, la que me presentó al Seminario y la que me ha acompañado durante estos años y ahora es testigo de mi ordenación sacerdotal”.
Jesús Espinar agradece la formación que ha recibido en el Seminario Metropolitano de Sevilla, “a mí me ha ayudado a madurar como persona y a crecer en vida interior. Aquí entra en juego la libertad y el proceso de cada uno. La formación recibida aporta los conocimientos necesarios para iluminar tu propia vida y la realidad pastoral que se nos encomienda con la luz del Evangelio”.
Sobre las cualidades que debería cultivar un sacerdote, Jesús destaca “la profunda fe y la honda vida espiritual para resistir en medio de tantas ofertas fáciles. El mundo necesita de sacerdotes que muestren que con Dios todo es posible. Sacerdotes testigos de que con Dios renace la alegría”.
Primera Misa
La primera Misa solemne de Jesús Espinar será en la Parroquia de Santa María de las Virtudes, de La Puebla de Cazalla, el lunes 20 de septiembre a las ocho de la tarde. También celebrará una Misa de acción de gracias en la Parroquia Santa María del Alcor – donde ha ejercido el diaconado – el viernes 24 de septiembre a las nueve de la noche.
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