El pasado sábado 24 de julio, víspera de la solemnidad de Santiago Apóstol, un numeroso grupo de fieles peregrinó al santuario diocesano de San Torcuato, en Face Retama, organizado por la delegación de Juventud de la diócesis de Guadix. Esta ha sido la primera de las muchas peregrinaciones que se irán haciendo durante todo el año, enmarcadas dentro de las actividades pastorales que se están poniendo en marcha para recuperar el cuto y la devoción a San Torcuato en aquel importante lugar para la fe de nuestra tierra, de España y de Europa.
A las 6:30 de la mañana se inició la peregrinación en el arco de San Torcuato, en Guadix, con unas palabras del obispo D. Francisco Jesús Orozco, que puso al grupo bajo la intercesión de San Torcuato, cuyas reliquias, junto a la cruz, hacían de cabeza de grupo. Comenzó tan temprano para desafiar al calor que se preveía en esa jornada veraniega. Tras una buena caminata de silencio meditativo, hubo ocasión de conversar, rezar el rosario, reír, cantar, hacer fotos, descansar… Siempre en un ambiente festivo y alegre.
Después de tres horas y media caminando, el grupo de peregrinos llegó al santuario, donde lo primero que se hizo fue dar gracias a Dios por el camino. Tras reponer fuerzas, se visitó todo el entorno, tanto la recién restaurada ermita, como la hospedería y las cuevas. Y, como estaba previsto, a las 11:30 de la mañana dio comienzo la Santa Misa, en la que D. Francisco Jesús Orozco, que también peregrinó, alentó a ser fieles imitadores de San Torcuato, yendo siempre a las fuentes de agua viva y no dejándonos arrastrar por otras que nos relegan, como esclavos, a las cosas del mundo.
Sin duda, fue una buena jornada, que pronto se repetirá y en la que juntos, unos más jóvenes y otros menos, compartieron este camino, reflejo de nuestra vida en la tierra, bajo el cayado de San Torcuato, siguiendo las huellas de Cristo, camino al cielo.
Alfonso José García
Delegado de Juventud. Diócesis de Guadix
