Tras tres días muy intensos, el último día de las jornadas ha sido de compartir muchos momentos de una forma más sosegada. Comenzamos con una oración en comunidad a la Virgen. Una vez repuestas las fuerzas con el desayuno, nos reunimos en un ambiente sinodal por grupos, con propuestas para la Delegación de Juventud, que compartimos todos juntos al final. Fue un encuentro de gran riqueza para todos nosotros.
Por último, en la Eucaristía renovamos las promesas de nuestro bautismo, y, a modo de envío, nos comprometimos a renovar nuestro compromiso de llevar a Cristo a todos, y de transmitir nuestro amor por la Iglesia, que es Madre. Finalizamos las jornadas con la comida, y nos dirigimos de vuelta a nuestras casas, muy ilusionados en compartir y animar la pastoral juvenil.
Desde el Seminario queremos agradecer a la Delegación de Juventud y a la Casa de Espiritualidad de Trayamar todos los esfuerzos por hacer de estas jornadas unos momentos inolvidables. De igual forma, nuestro agradecimiento a todos los ponentes de las charlas formativas, que han sido luces que nos ha puesto el Señor. Y, por supuesto, a todos los jóvenes que nos han acompañado, que con sus testimonios de fe, su cercanía y la fuerza de su juventud nos han regalado unos momentos de gran fraternidad. Pedimos por todos vosotros.
Seminario diocesano de Jaén
Galería fotográfica: «Cuarto día de las Jornadas Juveniles de Verano»