Las hermanas pobres de Santa Clara de Belalcázar hacen visible su vida orante y cotidiana
La comunicación en la Iglesia y de la Iglesia vive desde hace años nuevos métodos, de acuerdo con la incorporación de redes sociales a nuestra vida cotidiana. La misión de la Iglesia es anunciar la Palabra de Dios, es hacer de este anuncio una invitación a seguir a Jesucristo. Las redes sociales son una plaza pública universal, internet el mundo que se nos presenta interconectado, por donde fluyen miles de millones de mensajes al minuto. Entre todos ellos hay mensajes que emergen por proceder de la quietud de la vida en un convento, el de las hermanas pobres de Santa Clara de Belalcázar. Allí, la comunidad clarisa hace de su vida contemplativa también una invitación a seguir a Jesús a través de redes sociales.
Madre Isabel del Espíritu Santo, abadesa del Convento, cuenta cómo han decidido, hace algún tiempo, llegar a través de redes sociales a jóvenes y no tan jóvenes que buscan a Dios. Han querido hacerse presentes allí donde el mundo se proyecta y sumar a la oración el anuncio de la Buena Noticia de Jesús a través de Facebook o Instagram. Ser visibles para todos en su vida orante y cotidiana, ese es el ofrecimiento tan valioso para nosotros.
¿Cómo surge la idea de abrir las puertas del Convento a las redes sociales?
Somos conscientes de que tenemos una Buena Noticia que dar porque el Señor nos ha hecho partícipes de su vida y queremos comunicarla. Primero creímos necesario dar a conocer este lugar donde habitamos las Hermanas desde hace más de 525 años y es donde hemos experimentado la llamada del Señor y su belleza en nuestra forma de vida y por lo tanto era lo que queríamos dar a conocer. Por otro lado, nuestros dulces, que tenemos un blog en internet para darlos a conocer y venderlos.
También ponernos en contacto con los jóvenes para que conociendo nuestra vida su corazón se mueva para que el Señor los llame a seguir esta forma de vida.
Cuéntenos, como es un día común en el convento, ¿qué hacen cada las hermanas?
Cada día nos levantamos a las 6:30 horas, empezamos a las siete con laudes, el oficio de lectura, eucaristía y oración personal, hasta las 9:15 estamos en el coro. Después del desayuno cada una pasa al trabajo que tenga encomendado, obrador, sacristía, enfermería. También es el tiempo, cuando hemos tenido hermanas en el noviciado, de la formación.
Nuestra vida se va realizando alrededor de la liturgia de las horas y a la una se vuelve a tocar, rezamos el rosario y sexta, después es la hora de la comida y un tiempo de descanso. A las cuatro se vuelve a tocar y rezamos nona; por la tarde tenemos la formación permanente; a las siete tenemos la exposición del Santísimo junto con las vísperas. Cenamos a las 20:30 horas, y después el recreo, donde compartimos lo que ha sido nuestro día, es un tiempo más distendido de encuentro con las Hermanas.
Esa es nuestra vida un día normal, pero luego, los domingos está el Santísimo expuesto toda la tarde, la eucaristía es las nueve de la mañana y viene gente del pueblo; y los jueves está todo el día el Santísimo expuesto.
¿Con que redes sociales cuentan y que contenidos difunden?
Tenemos Facebook, Instagram, Twitter y un blog. En Instagram empezamos porque un grupo de jóvenes franciscanos que vienen aquí de retiro, una vez hicimos un taller, que era Taller Vocacional, porque queríamos saber cómo hacer nuestra pastoral vocacional hoy en día, y ellos nos dijeron que lo encontraríamos en las redes, sobre todo en Instagram.
Cada día de la semana tiene un contenido. El lunes por ejemplo, lo dedicamos a alguno de nuestros dulces; el martes a una frase que ayude a reflexionar sobre el evangelio; el miércoles al patrimonio artístico del monasterio; el jueves a una noticia de la semana enfocada a los valores humanos; el viernes a nuestra vocación; el sábado introducimos el evangelio del domingo con alguna postal elaborada por una Hermana; y el domingo publicamos un video en el que escenificamos sobre el evangelio.
¿Quién las ha enseñado a usar las redes sociales?
Hay una Hermana en la comunidad que tiene ese don, nosotras no hemos ido a ningún sitio a aprender. Esta Hermana ha hecho un curso mínimo en el que ha aprendido cómo llegar, cómo dar el mensaje. Es verdad que la coordinación entre nosotras es importante, algunas Hermanas son más creativas, otras más expresivas. Pero no hemos hecho ningún curso especial.
En Julio y Agosto promueven visitas nocturnas al convento, ¿en qué consisten?
La visita es de 21:30 a 23:00 horas. Nuestra guía es una mujer cristiana que comparte mucho con nosotras y ha captado nuestra espiritualidad, es importante a la hora del enseñar el convente porque tiene que transmitir algo de nuestra forma vida.
Claro que los dulces que ustedes hacen bien merecen un escaparate mundial como las redes sociales. Cuéntenos, ¿qué elaboraciones hacen?
Nuestra especialidad han sido siempre los dulces de almendra, de hecho cuentan que la receta de “los repelaos” viene de nuestras fundadoras, que fueron las Clarisas de Calabazanos de Valencia. Los roscos del almendra, los bocaditos de almendra, las flores de almendra, las pastas de almendra, unos dulces de aceite de oliva, magdalenas, las yemas, las trufas, los bombones de almendra, piñonate, mermeladas de frutas de temporada y los helados con frutas naturales. En Navidad los polvorones y mazapanes.
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