Expresan que todos los que han sido bautizados en la muerte de Cristo participan de la pasión de Cristo
Las reliquias en el altar poseen un significado claro “para expresar que todos los que han sido bautizados en la muerte de Cristo, y especialmente los que han derramado su sangre por el Señor, participan de la pasión de Cristo” (Ritual consagración de un altar, n. 20). ¿Y no es esa la vocación bautismal, la vocación cristiana?
Pensemos la enseñanza de la Iglesia:
“Numerosos mártires dieron y dan preclaro testimonio de esta fe, la cual debe manifestar su fecundidad imbuyendo toda la vida, incluso la profana, de los creyentes, e impulsándolos a la justicia y al amor, sobre todo respecto del necesitado” (GS 21);
“Los laicos, que desempeñan parte activa en toda la vida de la Iglesia, no solamente están obligados a cristianizar el mundo, sino que además su vocación se extiende a ser testigos de Cristo en todo momento en medio de la sociedad humana” (GS 43).
“La obligación principal de éstos, hombres y mujeres, es el testimonio de Cristo, que deben dar con la vida y con la palabra en la familia, en el grupo social y en el ámbito de su profesión” (AG 21), se afirma tratando del apostolado seglar en el contexto de la evangelización ad gentes.
La vida entregada hasta el martirio realmente evangeliza y construye la Iglesia: “constituye un manantial de extraordinaria fecundidad para la edificación de la Iglesia” (Juan Pablo II, Christifideles laici, n. 39).
El mártir entrega su vida por obedecer a Dios antes que a los hombres y sus leyes inicuas. La Iglesia, beatificándolos o canonizándolos, muestra a los mártires como testigos de la Verdad, que es Cristo; como obedientes a Dios y a su Ley antes que a cualquier otra ley humana o que al relativismo moral o al pecado.
El martirio, y la celebración litúrgica de los santos mártires, es desafío al alma, impulso evangelizador, ejemplo alentador.
“Los mártires son quienes hacen presente el sacrificio de Cristo a lo largo de la historia. Son, por así decir, el altar vivo de la Iglesia que no está hecho de piedra, sino de personas que se convirtieron en miembros del cuerpo de Cristo y que expresan así el culto nuevo: la humanidad que con Cristo se transforma en amor” (F. M. Arocena).
Todo esto nos recuerda al contemplar las reliquias de los mártires al pie de nuestros altares.
¿Sabías que el silencio en la liturgia es educativo y espiritual?
“Por medio de este silencio, los fieles no se ven reducidos a asistir a la acción litúrgica como espectadores mudos y extraños, sino que son asociados más íntimamente al misterio que se celebra, gracias a aquella disposición interior que nace de la palabra de Dios escuchada, de los cantos y de las oraciones que se pronuncian y de la unión espiritual con el celebrante en las partes que dice él” (Inst. Musicam sacram, n. 17).
La entrada Significado de las reliquias en el altar: ¡nos interpelan! apareció primero en Diócesis de Córdoba. Ver este artículo en la web de la diócesis