El pasado domingo el Santuario Diocesano del Saliente estrenó su nueva Biblioteca con una solemne bendición que presidió el Obispo de Almería, Adolfo González Montes. Todo comenzó en el claustro, donde una corta comitiva recogió al Prelado que portaba el báculo que donara el Obispo Manuel Casares Hervás a Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada. El alcalde en funciones de Albox, D. José Simeón Campoy Fernández, junto con otras autoridades de la Villa y representantes del mundo de cultural. Todos, con no poca emoción, participaron en la plegaria.
El Obispo quiso explicar a los fieles el significado de la ceremonia y, entre otras cosas, dijo: “…la lectura puede contribuir a que la verdad se convierta en norma de vida, la sabiduría fomente la humildad y los hombres lleguen a una mayor armonía entre ellos. Por tanto, es oportuno pedir la bendición de Dios al concluir los trabajos de la nueva Biblioteca de este Santuario Diocesano del Saliente, ordenados a la custodia y difusión de los libros, ya que es una manera de proclamar la verdad divina”.
El momento culminante llegó cuando, nuevamente, la procesión reemprendió la marcha y dirigió al ala oeste del Santuario. En la Biblioteca el Obispo pronunció la oración de bendición y asperjó el conjunto con agua bendecida, con la ayuda del nuevo hisopo cincelado para la ocasión por el platero cordobés Manuel Valera y que se inspira a la decoración original del propio Santuario.
Aunque ha sido ahora cuando el Santuario Diocesano del Saliente ha estrenado su nueva Biblioteca, en realidad fue fundada como tal en el año 1974. Surgió a raíz de la donación de una colección de libros que un médico ofreció a la Pequeñica, lo que decidió al canónigo Bartolomé Fernández Marín – rector del Santuario por entonces – a fundar una biblioteca. Se habilitó para ello un salón de la planta superior, en el que paulatinamente se fueron reuniendo muchos más libros ofrendados a la Virgen del Saliente. El aumento de éstos llevó, en la década de los ochenta del pasado siglo, a que el rector Antonio Rueda Moreno ordenara su traslado. La nueva ubicación se fijó en el ala oeste, en las antiguas estancias de los capellanes. Allí se creó una gran sala que albergara los distintos volúmenes, prácticamente carente de mobiliario.
La colección de libros que atesora el Santuario es modesta, pero muy interesante. Compuesta principalmente por obras teológicas, cuenta sobre todo con una extensa colección de oratoria eclesiástica. En sus anaqueles hay obras en latín, griego, francés, inglés, italiano, hebreo y, fundamentalmente, en lengua castellana. Tampoco es desdeñable su colección histórica, aunque su mayor joya son la edición de las obras completas de san Agustín del siglo XVI.
Francisco Castillo, Responsable de comunicación del Santuario Diocesano del Saliente.
Fotografías: Ginés Ruiz