El profesor de Mariología de los Centros Teológicos Diocesanos, José Manuel Llamas, da algunas claves para vivir este Mes de Mayo, de la mano de María.
Aquí puedes escuchar el podcast de la entrevista en el programa El Espejo
¿Por qué se dedica el mes de mayo a la Virgen María?
El Mes de Mayo mariano como tal tiene un par de siglos de vigencia, pero hunde sus raíces más allá. Mayo es el mes del triunfo de la vida, del fin del invierno, y la Virgen María es la Madre de la Vida, la Madre de Jesús, por tanto este es el sentido del Mes de Mayo. En Grecia y Roma ya se celebraba la fiesta de la primavera y esta se fue cirstianizando, poco a poco, a partir del siglo XII hasta que en el siglo XVII se comenzó a dedicar un mes exclusivo a la Virgen María, con un culto propio. Se podría decir que ese es el inicio histórico del Mes de Mayo dedicado a María.
¿Cómo vivir este Mes de Mayo, aún en pandemia, de la mano de María?
Pues le podemos preguntar a ella. Desde el Magnificat nos enseña cómo vivir este día a día. En primer lugar, mirando a Dios y dando gracias por todo: «proclama mi alma la grandeza del Señor». Esa primera parte de la oración nos puede ayudar, muy especialmente, en estos momentos duros por los que estamos atravesando. Y, en segundo lugar, mirando al mundo tal y como Dios lo mira. Yo creo que, en eso, la Virgen María es una experta y nos puede ayudar mucho: «el Señor hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos, enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos». Esta es la Virgen María que nos puede ayudar en este tiempo a vivir un cristianismo centrado en Dios, que tenga como clave al Señor que se ha hecho pobre para enriquecernos con su pobreza y que sepa abrazar a todos en este tiempo de ideologías que lo único que pretenden en separarnos, ponernos a unos en contra de otros y privilegiar a algunos por encima de los demás. Nosotros, abajo, con los últimos, como el Señor y su Madre nos enseñan a vivir. Vivamos así este Mes de Mayo.
¿Cuál es su advocación mariana favorita?
Mi advocación favorita, aunque puede sonar sorprendente, es la Visitación de María. En primer lugar, porque soy de El Tarajal y la parroquia así se llama; desde pequeño esa advocación me ha llamado mucho la atención. Y, en segundo lugar, porque me parece una de las escenas más geniales de la vida de la Virgen María. El centro de quién es la Virgen María está en ese pasaje y en el Magnificat. Yo me imagino, ¿a quién se le ocurre, nada más decirle que es la persona más importante de toda la historia, llegar a la conclusión de ponerse en camino a visitar a su prima que está mayor y puede necesitar ayuda hasta que nazca el niño? Y se va a servirla. Yo creo que eso define muy bien quién es la Virgen María.
