La Cruz de Cristo que nos da la salvación: solemne celebración del Viernes Santo

Diócesis de Jaén
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La diócesis de Jaén es una iglesia particular española sufragánea de la archidiócesis de Granada. Sus sedes son la Catedral de la Asunción de Jaén y Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza.

Las tinieblas se apoderaron del mundo en el mismo momento en el que Cristo expiró, eran las tres de la tarde. En este Viernes Santo, el pueblo cristiano celebra la Pasión y Muerte de Cristo, que junto con su Resurrección redimen al género humano de la muerte eterna. Una ceremonia con las luces apagadas del templo y que no volverán a encenderse hasta el ‘Gloria’ de la Vigilia Pascual.

El Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, ha presidido la celebración de los Santos Oficios de este Viernes Santo, en la Catedral de Jaén. Una ceremonia solemne,  pero marcada por la sobriedad en la ornamentación del presbiterio y la mesa de altar, desnudos ante la muerte del Crucificado. La celebración de la Palabra y la Adoración de la Cruz han sido los dos ejes de los oficios.

Frente al templo vacío del pasado año, debido al confinamiento, han sido muchos los cristianos que han querido participar de la Pasión y Muerte del Señor. Don Amadeo ha estado acompañado por miembros del Cabildo y por los seminaristas. El relato de la Pasión y Muerte de Cristo ha sido cantado por los canónigos D. José López Chica y D. Emilio Samaniego y el seminarista Jesús Alonso.

Homilía

La predicación del Obispo de Jaén se ha iniciado con una apelación a la responsabilidad para los cristianos” que supone “escuchar este testimonio de amor que es la Pasión”.

Después ha explicado que los primeros cristianos, “lo que hacen es contemplar el misterio de su pasión y su muerte porque saben que es por ese acontecimiento por el que sucede nuestra salvación”.

Don Amadeo ha relatado que durante los siglos “Dios ha ido preparando a su pueblo para este acontecimiento, y es la resurrección a la se llega por la muerte y así está Cristo haciendo la voluntad de Dios”.

A la vez, el Obispo jiennense animado a los fieles congregados a “contemplar el misterio de la salvación y hacerlo vida en el momento del mundo en el que estamos, ante tanto dolor y tanta muerte”. Del mismo modo ha recordado que “Jesús está donde el hombre sufre, donde el hombre muere y está para ofrecer el amor y la salvación”. En este sentido ha recordado que “siempre nos impresiona ver a Cristo crucificado, sin embargo, no olvidemos nunca que en la cruz de Cristo está Dios mismo”.

Para concluir, el Prelado jiennense ha apelado a la gratitud de los cristianos, de manera particular, en este Viernes Santo: Ahora no cabe otra cosa que la gratitud. Gracias, Señor Dios nuestro por habernos salvado y amado en la cruz de Cristo”.

Al finalizar la homilía, el diácono, Antonio Blanca ha dirigido la oración universal en la que se ha pedido por la Iglesia, el Papa, el Obispo, los sacerdotes y diáconos, y en la que también se ha querido tener presente a los catecúmenos, los que no creen y a los gobernantes, entre otros.

Adoración de la Cruz

Uno de los momentos de más recogimiento ha sido la adoración a la Cruz. Desde el coro, el diácono ha llevado hasta el presbiterio la Cruz para ser venerada por los fieles. El Cristo de la Misericordia, una talla de Gutierre Gierero del siglo XVI.

Mientras se acercaba al presbiterio, ha pronunciado tres veces, “Mirad el árbol de la cruz donde estuvo clavado la salvación del mundo”. Al postrar el crucificado en el altar, el Obispo y el pueblo fiel  se han arrodillado ante el símbolo de la salvación y venerar el madero con Jesús Crucificado.

Después se ha dado la Comunión de la reserva de ayer.

A continuación, los fieles congregados en la Catedral han pasado delante de la Cruz para venerarla, con un gesto de genuflexión, todo ello guardando la distancia de seguridad y las medidas anti COVID.

Bendición secular

Al concluir la celebración litúrgica se ha llevado a cabo una de las tradiciones particulares de la Iglesia de Jaén. El Obispo ha bendecido con el Santo Rostro a los fieles que habían participado en los Santos Oficios. Después, el canónigo guardián del Santo Rostro ha salido a los balcones de la Catedral para bendecir, con la imagen que quedó grabada en el paño de la Verónica, al pueblo de Jaén desde todos los cuatro puntos cardinales.

 

Galería fotográfica: «Celebración del Viernes Santo 2021»

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