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41 años de la historia: creación de la diócesis de Asidonia-Jerez

La Iglesia Asidonense vivió hace 41 años la firma por el Papa San Juan Pablo II de la bula de la erección de la Diócesis y nombramiento del primer Obispo.

3 de marzo de 1980, fecha marcada para la historia de la Diócesis de Asidonia-Jerez. Ese día en Roma Su Santidad el Papa San Juan Pablo II se convertía en el Pontífice que llevaría acabo la creación de la Iglesia Asidonense, con la firma de la bula de erección de la Diócesis y el nombramiento del que sería su primer Obispo, D. Rafael Bellido Caro. Un año histórico para Jerez de la Frontera que comenzó un mes antes con el anuncio de todas estas circunstancias a Mons. Bellido Caro, quien aceptaría esta nueva labor que le tocaría desempeñar hasta el año 2000, el día 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes.


Bula del Papa Juan Pablo II del nombramiento del primer Obispo de Asidonia-Jerez

No sería hasta el día siguiente, 4 de marzo de 1980 a las 12hrs en la que la noticia se hizo publica desde Radio Popular (actual Cadena Cope) de la mano de la Santa Sede, Nunciatura Apostólica en España y el Sr. Cardenal Arzobispo de Sevilla. Una hora antes la noticia llego al Abad y Cabildo Colegial de Jerez, quienes convocarían a los sacerdotes para una reunión urgente a la hora del anuncio para oír al Sr Cardenal pronunciar la noticia y saludar a Monseñor Bellido Caro, que en ese momento pasaría a ser Obispo electo de Asidonia-Jerez. Asimismo, en ese instante repicaron las campanas de la Giralda de Sevilla y la Colegial de Jerez.

Portada del ABC de Sevilla el día de después de hacerse público la noticia de la creación de la Diócesis de Asidonia-Jerez
Este fue el saludo del primer Obispo de Asidonia-Jerez a todos los fieles tras conocerse la noticia:


Querida comunidad de hermanos en Cristo. Paz y bien.

Por los medios de comunicación social -Prensa, Radio y TV-, sois conocedores de la noticia.

Su Santidad el Papa Juan Pablo II, ha convertido en diócesis el territorio que, hasta ahora, era zona pastoral de Jerez, dentro de la archidiócesis de Sevilla.

También el Santo Padre ha tenido conmigo ese rasgo de delicadeza y confianza de nombrarme obispo de esta nueva diócesis.

Dejo de ser obispo auxiliar del señor cardenal de Sevilla y su vicario general en esta zona, para asumir la responsabilidad, no pequeña, de primer obispo de la diócesis jerezana.

Me ha parecido oportuno haceros esta comunicación, ya que estoy en contacto con vosotros, más o menos frecuente y directo.

Aunque esto suponga que ahora tenemos que caminar con la independencia de la archidiócesis de Sevilla, esta no es total, porque la nueva diócesis de Jerez, nuestra diócesis, formará parte de la provincia eclesiástica de Sevilla, como otras diócesis andaluzas.

No puedo menos de manifestar, en pocas palabras, mi personal gratitud al siempre querido, recordado y venerado señor cardenal, para mí, padre cariñoso.

Hasta él quiero, al mismo tiempo, hacer llegar el agradecimiento de los cristianos de esta zona, que hasta ahora gan pertenecido a su rebaño, y quienes ha estimado y cuidado con celo pastoral, y servido fielmente, en la medida en que su tiempo, ocupaciones y amplitud de la archidiócesis de Sevilla, se lo permitieron.

Desearía que la entrada en esta nueva situación no se percibiese entre nosotros, sobre todo en lo que se refiere al estilo de relaciones y contactos, sencillos, cordiales e íntimos, tal como se han verificado hasta ahora.

Vosotros ya me conocéis; no tengo, pues, que hacer ninguna presentación y tampoco ningún trabajo especial para indicaros los caminos a seguir.

Porque estamos muy cercanos es por lo que sabéis muy bien lo que quiero para toda esta diócesis, para todos sus cristianos; lo que pido a los sacerdotes y personas consagradas; lo que espero de los seglares en su comunidad; lo que me preocupa el mundo juvenil y otros sectores pastorales.

Creo que lo sabéis todo, incluso cómo se desarrolla mi vida cada día.

La diócesis me la han de entregar en nombre de Su Santidad el Papa, a quien reitero el homenaje de mi gratitud, de mi devoción y filial obediencia.

Espero encontrarme con vosotros en la concelebración de la Eucaristía, cuyo día y hora será comunicado por los medios normales en esta provincia.

Esta carta sirve ya de invitación y convocatoria a todos, para que todos oremos juntos y llevemos adelante la tarea evangelizadora en esta Iglesia local, como trabajo de todo el pueblo de Dios.

¡Ojalá cada comunidad se encuentre toda ella presente o representada por sus cristianos, en este momento importante para la nueva diócesis!

Como despedida, la de siempre:

Os abraza vuestro hermano en la fe,

RAFAEL,

obispo de Jerez

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