Es un rito antiguo, con el cual los pecadores se agregaban al Orden de los penitentes, quedaban excluidos de la Comunión y se entregaban a los ayunos y oraciones durante un tiempo amplio. Hoy las cenizas nos indican el camino penitencial (¡y bautismal!) de la santa Cuaresma
“Con este signo penitencial… se quiere significar la condición del hombre pecador, que confiesa externamente su culpa ante el Señor y expresa su voluntad interior de conversión…
La bendición e imposición de la ceniza se puede hacer o durante la Misa o fuera de la misma. En este caso se inicia con la liturgia de la Palabra y se concluye en la oración de los fieles» (Cong. Culto divino, Carta sobre la preparación y celebración de las fiestas pascuales, n. 21).
Las rúbricas señalan de dónde vienen estas cenizas: «En la misa de este día se bendice y se impone la ceniza, hecha de los ramos de olivo o de otros árboles, bendecidos el año precedente», en el anterior Domingo de Ramos: la gloria que se convierte en ignominia por la cruz; es un gran simbolismo: ¡todo pasa! ¡No son cenizas de otras cosas, ni de ramas cogidas de árboles el día antes!
Se omite el acto penitencial del inicio de la Misa, porque el rito penitencial es la imposición de la ceniza tras la homilía.
Las oraciones de bendición atienden tanto a las cenizas como a aquellos que las recibirán; por tanto se bendicen después de la homilía en todas las Misas en las que se va a imponer. El Misal ofrece dos oraciones ad libitum, que dan la clave del sentido penitencial del rito, su deseo espiritual y su petición a Dios. De acuerdo al sentido de la ceniza, la fórmula tradicional al imponerla es: “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”, o también: “Convertíos y creed en el Evangelio”.
Tras el rito, se continúa con las preces.
Las cenizas se imponen en la cabeza, no en la frente. En las Escrituras, cuando se hace penitencia, se echa ceniza en la cabeza y se visten de saco (2S 13,19; Lm 3,16; Est 4,13; 1Mac 4,39). Lo bíblico y lo que aparece en los libros litúrgicos es “la cabeza” y si nos remitimos al testimonio gráfico, basta ver fotos de los últimos Papas dónde reciben la ceniza y dónde la imponen.
¿Sabías que durante la Cuaresma no se celebran bautizos?
El Ritual del Bautismo de Niños recomienda, en el número 47: “Por ser la Cuaresma un tiempo de preparación al Bautismo de los catecúmenos y de renovación de la conciencia bautismal de los fieles, parece oportuno que durante la misma no se celebre dicho sacramento, precisamente para que la Vigilia Pascual y el día de la Resurrección aparezcan como el “día bautismal” por excelencia”.