El 23 de enero dará comienzo la segunda tanda de visitas culturales a los templos de la Parroquia de San Román y Santa Catalina, un itinerario cultural y religioso con el que se abren las iglesias de la collación de San Román a un público que, a la vista de la primera experiencia reciente, agradece este tipo de ofertas. El programa de estas visitas incluye los templos parroquiales de San Román y Santa Catalina, así como las sedes de las hermandades de la Sagrada Cena (iglesia de Los Terceros) y la Sagrada Mortaja (antiguo convento de La Paz), y los guías pertenecen a Atrium Gestión Cultural. La intención es comenzar este fin de semana, pero, como apuntan desde fuentes de la parroquia, todo depende de las circunstancias de aforos, horarios, etc, que determine la Administración Autonómica dentro de las medidas que está adoptando para frenar la expansión del coronavirus.
Importancia de la dimensión cultural
El párroco, Francisco Blanc, destaca las tres dimensiones en las que trabaja la comunidad parroquial de San Román y Santa Catalina: “Una básicamente religiosa, otra social y otra, a la que tanto el Papa como el Arzobispo le dan importancia, que es poner nuestra cultura, nuestros servicios plásticos, artísticos, musicales, al servicio de la comunidad cristiana y de las personas”. Blanc subraya que en la parroquia se aprovecha “para informar y formar a las personas que no conocen nuestra vida de fe cuál ha sido nuestra historia, por qué nosotros creemos lo que creemos y, sobre todo –apunta-, por qué seguimos al Resucitado”. Por tanto, destaca la dimensión cultural como una de las dimensiones a trabajar en la vida parroquial. “En esto consiste nuestra oferta, y lo bueno –añade- es que nos hemos unido a las hermandades de la parroquia, para trabajar en estas líneas, profundamente religiosas, comprometidas con la sociedad y, por supuesto, a nivel cultural”.
Una de los templos incluidos en este recorrido cultural es la iglesia de Los Terceros, sede de la Hermandad Sacramental de la Sagrada Cena. Su hermano mayor, Álvaro Enríquez, valora de forma muy positiva este ciclo de visitas. Recuerda que en la primera tanda de visitas, durante la Navidad, se duplicó la cifra de visitantes habituales al templo de la calle Sol. Unas visitas para las que se observaron todas las cautelas derivadas de la pandemia del coronavirus. Esta iniciativa ha servido también para fortalecer los lazos entre las hermandades de la parroquia, algo que Enríquez resume con un lema que ilustra el día a día de esta feligresía del centro de Sevilla: “Todos somos parroquia”.
Los ingresos por estas visitas van destinado a sufragar los costes de mantenimiento de los templos incluidos en el itinerario.