Miremos al Año Nuevo con la inquietud lógica del tiempo incierto que estar por venir pero con la convicción de que no estamos solos. Dejémonos conducir por Dios como lo hacen los niños, niños que ahora afrontan el mes de la infancia misionera.
En la Diócesis de Córdoba, decir enero es encontrarnos con la Infancia Misionera y es también acudir a la Delegación Diocesana de Misiones donde su responsable, el párroco de San Nicolás de la Villa de Córdoba, mantiene la capacidad de entusiasmar a niños, catequistas, religiosos y sacerdotes en torno a esta obra del Papa, que promueve la ayuda recíproca entre los niños de todo el mundo.
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