El sacerdote Antonio Gil explica esta semana el famoso sermón del Santo y su triple finalidad.
San Bernardo, en un famoso sermón sobre el Adviento, desarrolla su triple finalidad: “Recordar el pasado, vivir el presente, preparar el futuro”.
Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació allí. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Su primera venida, la que se recuerda.
Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente la presencia diaria del Señor en nuestras vidas. Es necesario estar siempre en vela para reconocerlo y caminar por sus caminos de verdad, de justicia y de amor.
Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la segunda venida de Jesucristo, cubierto de gloria y con poder para juzgar a vivos y muertos. Es la Parusía. Para prepararnos hemos de vivir como hijos de Dios, haciendo siempre el bien de la mano del Señor.
Para San Bernardo hay tres Advientos, tres “venidas”: El Nacimiento del Señor; su “venida” en la vida cotidiana a través de los sacramentos, especialmente en la penitencia y en la eucaristía; y la Parusía. Así, siempre estamos viviendo insertos en el Adviento, ya que siempre estamos esperando la segunda venida de Jesús, a la vez que queremos reconocerlo ya presente y operante en nuestra vida. “El Adviento, en palabras de Benedicto XVI, nos impulsa a entender el sentido del tiempo y de la historia como “kairós”, como ocasión propicia para nuestra salvación”.
Antonio Gil
Sacerdote