La Casa Diocesana de Espiritualidad “San Juan de Ávila” de La Yedra, ha acogido durante los primeros días de septiembre a ocho sacerdotes diocesanos en sus Ejercicios Espirituales. Acompañados por el Padre Francisco de Borja Redondo de la Calle, Delegado Episcopal para el Clero y Director Espiritual adjunto del Seminario de Córdoba, han hecho un recorrido personal, profundo, meditado y actualizado sobre la propuesta para los Ejercicios Espirituales que nos ofrece San Ignacio de Loyola, experiencia que “toca nuestra vida” tomando como base el “principio y fundamento” de todo nuestro ser y nuestro obrar, hasta desgranar detenidamente el contenido de las “cuatro semanas” que ofrece el jesuita a sus ejercitantes. Una vivencia espiritual marcada y profunda, de silencio e intimidad, de oración y contemplación que, sin duda, ilumina y fortalece la vida y la vocación sacerdotal.
El Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, presidió la Eucaristía de clausura, alentando y exhortando a los sacerdotes a que esta importante experiencia sea estímulo y fortaleza en el desarrollo de su ministerio presbiteral.
Así, durante su homilía Don Amadeo quiso animar a los sacerdotes a “que todo lo hagamos en nuestra vida sea movido por la confianza, por el amor y por la pasión por el Señor”.
Asimismo, recordando la frase de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios «Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios», el Pastor diocesano añadió: “pues que la gente solo vea en nosotros servidores de Cristo, porque entonces verán lo único que realmente somos. Tendrán que ver nuestra persona y nuestras cualidades, pero siempre nos tendrá que ver como administradores de los misterios de Dios”.
Finalmente, el Obispo invitó a los presbíteros a dejar que “Dios vaya poniendo siempre nuestra vida en el camino de un ministerio sencillo, con amor profundo a nuestros hermanos, con una entrega generosa y con un corazón que se parezca siempre al suyo”.
