Nuestro obispo, José Vilaplana, ha presidido esta mañana la celebración de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Santa Iglesia Catedral. En su homilía, ha invitado a contemplar la Eucaristía como Pan de Vida, Pan de Comunión y como Vida en Cristo, que nos da la sorpresa de que Él, que es Alimento, se nos hace mendigo en los necesitados. Todo ello, nos librará de la autosuficiencia, del individualismo y de la indiferencia, ha añadido.
Así, se ha referido a que la «Eucaristía es inseparable de la caridad». Hoy se celebra el Corpus y el Día de la Caridad, «una caridad que este año se hace más urgente, para que como Iglesia y como sociedad podamos socorrer a los que, con motivo de esta pandemia, han quedado despojados de su trabajo y más cargados de necesidades»
Y concluyó: “que el Corpus, esta fiesta de la presencia de Cristo entre nosotros, nos ayude a aumentar nuestra fe en Él, nuestro amor a la Iglesia y nuestro servicio a quienes nos necesitan”.
Este año, debido a la crisis de la Covid-19, no ha habido procesión, por lo que nuestro Obispo, al finalizar la Eucaristía, se ha dirigido con el Santísimo Sacramento a la puerta de entrada de la Santa Iglesia Catedral y ha bendecido a toda la ciudad.