El Obispo de Córdoba elogia el trabajo del personal sanitario implicado en la Unidad de Trasplantes del Hospital Reina Sofía en una eucaristía celebrada con motivo de la Semana del Donante.
“Creemos en un Dios de vida, sabemos que la vida no termina y estamos obligados a hacerla cada vez mejor”, de este modo se dirigió el obispo de Córdoba a personas que han sido trasplantadas y al personal sanitario que ha participado en la misa de acción de gracias celebrada en la Catedral junto a autoridades civiles locales y autonómicas. A médicos y pacientes dedicó palabras de aliento y reconocimiento, mientras conminó a todos a seguir ejemplo asegurando que “trasmitís esta actitud humanitaria que todos tenemos que tener”.
Este encuentro con el Obispo de Córdoba sirvió para conocer el apoyo del prelado a la noble causa de la promoción de la vida a través de los trasplantes de órganos, una actividad médica “en la que Dios está presente, porque Dios fomenta siempre la vida”. Don Demetrio no se olvidó de los pacientes que han muerto dando vida al donar sus órganos, para ellos y sus familiares para ellos pidió que “dios los premie con creces.
En su homilía el obispo de Córdoba expresó palabras de aliento a la labor científica y médica que desarrolla la Unidad de Trasplante del Hospital Reina Sofía y aseguró que Dios “quiere la vida, no la muerte: es ahí donde se sitúa la labor del personal sanitario ocupado en los trasplantes”
Al término de la celebración, el obispo llamó a personal sanitario, autoridades y pacientes a buscar la intercesión de San Rafael como “medicina de Dios” y felicitó a todos por haber sido distinguidos por el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.
Esta celebración tiene lugar cada año en el Hospital Universitario Reina Sofía, a causa de la pandemia se ha trasladado a la Catedral, un lugar “pensado hace muchos siglos para albergar a muchas personas” guardando las medidas de seguridad.