Esta religiosa, tras haber enviudado sin hijos y casi con 60 años, aceptó la vocación para ser monja de clausura.
La hermana María Dolores falleció el pasado sábado en el monasterio de las Agustinas Recoletas de Cabra. La celebración religiosa fue presidida por el delegado diocesano para la Vida Religiosa, Alberto José González Chaves, y concelebrada por el capellán de las Agustinas, Francisco Ramírez Chamizo y los tres párrocos de la localidad, así como el sacerdote egabrense Ángel Jesús Maiz Tejero. Todas las comunidades religiosas egabrenses, Escolapias, Hermanitas de los desamparados, Hijas de la Caridad y Franciscanas de la Natividad, así como la comunidad de las Agustinas Recoletas de Lucena, familiares de la difunta, cofradías y numerosas personas, participaron en la ceremonia. Tras ésta, la comunidad de Agustinas Recoletas, como es costumbre, procedió a la sepultura de la religiosa en el cementerio que tienen en el claustro del monasterio, donde descansan los restos de las religiosas fallecidas.