Un año más los vecinos de Huércal-Overa siguieron la tradición de la Noche de las Lumbres, cita en la que se rememora el traslado del Santísimo a la Iglesia Parroquial de Huércal-Overa, desde su antiguo emplazamiento en la carretera Nacional hasta el actual en pleno centro de la localidad, lo que sucedió en el año 1.739. Este año se celebraba el 281 aniversario del traslado.
Centenares de vecinos acompañaron a la procesión con el Santísimo en el recorrido que se hizo en su día desde la antigua ermita a la actual Iglesia. La alcaldesa, Francisca Lourdes Fernández, junto a otros representantes de la Corporación Municipal, formaron parte de la procesión en la que los vecinos portaban velas y a cuyo paso se fueron encendiendo lumbres por las calles, rememorando así lo que hicieron los antepasados.
En la Carretera Nacional, emplazamiento de la antigua Iglesia, se hizo una parada en el altar instalado en la casa en donde se encontraba el antiguo Templo, lugar en el que el Párroco D. Víctor Manuel Fernández realizó una breve oración.
Precisamente para que los vecinos conocieran el origen de la Noche de las Lumbres y las curiosidades de esta celebración desde el Ayuntamiento se organizó el pasado viernes una conferencia bajo el título: “El Fuego en el Recuerdo”.