Vigilia de la Inmaculada en la Catedral organizada por la Delegación de Juventud y la Pastoral Vocacional
Un año más se ha celebrado la Vigilia Diocesana de la Inmaculada, organizada por la Delegación de Juventud y la Pastoral Vocacional, con la colaboración de la vocalía de juventud de la Agrupación de Hermandades y Cofradías. La eucaristía ha estado presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, quien ha asegurado en su homilía que la Iglesia “nos convoca para hacernos partícipes de la alegría de María”. El prelado ha añadido que en esta solemnidad “celebramos que Ella fue librada de todo pecado”.
Durante su alocución, monseñor Demetrio Fernández, ha hecho referencia al pecado, recordando que “el pecado significa decirle no a Dios” así como que “el pecado produce tristeza” y que un joven triste es una “contradicción”. En cuanto a María Inmaculada, el Obispo ha resaltado “la belleza” apuntando que “la belleza está en un alma limpia de pecado”.
Monseñor Demetrio Fernández ha querido agradecer a los jóvenes de la Diócesis su participación en la Vigilia y los ha animado a participar en el Sínodo de los Jóvenes de Córdoba, empezado recientemente. El prelado ha comunicado que, en un encuentro reciente con el Papa Francisco, le ha explicado la iniciativa, dando el Santo Padre su bendición. El obispo de Córdoba ha querido terminar su homilía recordando a los jóvenes que la iglesia diocesana los escucha “con los oídos atentos” y los ha animado a seguir corriendo la voz para que otros jóvenes participen del Sínodo.
Terminada la eucaristía, Mario González, seminarista que será ordenado diácono el Día de la Inmaculada, ha dado testimonio. Ha emocionado a los asistentes con unas palabras humildes y cargadas de sentimiento ante uno de los días más importantes de su vida. Mario ha reconocido que durante una época de su vida las cosas de Dios le empezaron a aburrir, pero pronto se dio cuenta de que “si quitaba a Dios de mi vida no entendía nada”. Los siete años que ha estado en el Seminario los ha definido como “los mejores de mi vida” y cada día de esos siete años le han servido para saber que “Dios no me mintió”.
La tarde empezó con la salida procesional de la Inmaculada desde la parroquia de San Francisco hasta la Santa Iglesia Catedral, donde se ha celebrado la Vigilia. El delegado de Juventud de la diócesis de Córdoba, Jesús Linares, ha asegurado recientemente que esta vigilia es “una preparación muy especial a la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, patrona de España”.
