Profesores malagueños han participado en el XV Congreso de Escuelas Católicas en Madrid, donde se ha trabajado en torno a la figura del maestro.
Escuelas Católicas ha celebrado desde el 14 al 16 de noviembre su XV Congreso en Madrid bajo el lema “#Magister. Educar para dar vida”, con la participación de más de 2.000 educadores. Pero las declaraciones polémicas de la Ministra de Educación, Isabel Celaá, no han sido ni mucho menos el centro del encuentro.
En esta ocasión, el tema elegido ha sido el profesorado, y los participantes han disfrutado de ponencias y dinámicas para reflexionar sobre la necesidad de contar con “profesores maestros” que cimienten una escuela que personaliza y humaniza la enseñanza, que vibren con el proyecto educativo católico sin perder de vista los retos de nuestro contexto.
De Málaga han acudido representantes de colegios como Maristas, La Divina Pastora, Misioneras Cruzadas de la Iglesia, La Asunción, Gamarra, San José de la Montaña, Salesianos, Hijas de la Caridad, Madre Asunción y Academia Santa Teresa. Además, el Congreso ha sido seguido por muchísimas personas desde fuera: así lo certifican las 12.000 visualizaciones en Youtube desde 10 países distintos y las 50.000 visitas a la web del congreso.
María del Rocío Medina del Pino, directora del colegio Academia Santa Teresa, es una de las malagueñas que han compartido esta experiencia con una amplia representación de profesores y profesoras de Málaga- «Han sido unos días de aprendizaje y reflexión en torno a la figura del maestro/a, del maestro/a vocacionado, que entiende su profesión como la profesión de la humanización, de la comunicación, de la mirada, de la escucha no solo de las palabras del alumnado, sino de lo que nos hablan sus ojos y su corazón… Del maestro/a que es a la vez, idealista y realista, apasionado/a por su profesión… Del maestro/a que sabe que la misión que se le confía es de Dios, que sabe que en su tarea es imprescindible el encuentro personal, la acogida, el acompañamiento, el vínculo emocional con el alumnado al estilo del vínculo de Cristo con sus discípulos, provocar la apertura a la vocación de cada uno/a, la apertura a los otros y la experiencia de Dios… En definitiva, del maestro/a que entiende que educar es un acto de amor».
Ana María Medina