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Homilía en la entrega del LIGNUM CRUCIS a la parroquia de San Sebastián

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Hoy, celebramos la Santa Cruz de Pascua, en nuestra comunidad parroquial. Y estamos llamados por un sorprendente descubrimiento. Eduardo un día pidió por internet una cruz de madera para colocar sobre ella un crucificado de bronce que compró a un anticuario. Llegó la cruz con un pequeño relicario de plata incrustado en el centro, pero era más pequeña de lo que pensaba. Aunque guardaba una gran sorpresa. El pedestal tenía un espacio oculto. Con la ayuda de su amigo Manuel encontraron un documento en latín, escondido en el cajoncillo del pedestal, donde certificaba que las dos pequeñas astillas que guardaban el relicario eran “partículas de la verdadera Cruz de Nuestro Señor Jesucristo”. “Auténtica” del cardenal Alexius Armando Charost, arzobispo de Rennes, el 28 de enero de 1924.  Después de una exhausta investigación sabemos que en 1942 la cruz estaba en Coria y desde 2024 en Almería.

Sabemos que Dios nos ha hablado de muchas maneras, hasta que al final de los tiempos lo ha hecho por medio de su Hijo Jesucristo (Cf. Hb 1,1). Es la única revelación. Pero en la vida nos encontrarnos con signos sensibles, carambolas de Dios, que nos ayudan a acercarnos más al Evangelio, si no fuera de esta manera podríamos caer en supersticiones o idolatrías. Las pequeñas astillas de la Cruz de Cristo, nos ha de llevar más profundamente hacia él.  Mirad en ellas a Cristo en la Cruz. En él Dios se ha identificado con toda nosotros la humanidad peregrina, y con todas las realidades que vivimos. Nadie puede decir que ha sido peor tratado que el Hijo de Dios. Por eso en su último aliento de vida, pudo decir a su Padre: “Todo está cumplido” Jn 19,30

Porque él ha compartido su infancia en la intimidad familiar del hogar de José y María en Nazaret. Con sus padres ha ido a los doce años como cualquier niño en peregrinación al Templo.

Él, ha convivido con sus vecinos: con los jóvenes que cantaban en la plaza del pueblo, o entristecido ha participado de los funerales, y seguramente entablaba conversaciones con los que le hacían algún encargo en el trabajo de la madera.

Él convivía con sus amigos, era invitado a las bodas, como las de Caná, o discutía con ciertos convidados fariseos, como en casa de Mateo.

Él nunca permaneció indiferente delante de los enfermos o de las personas que sufrían por cualquier causa, o de las viudas preocupadas por su soledad y su porvenir, o de la pecadora, o la samaritana. Tenía palabras de consuelo para todos.

Por eso todos los gestos humanos tienen sentido en la Cruz. Y comparte la soledad de tantos hombre y mujeres en el curso de los siglos: «En tus manos encomiendo mi espíritu» rezaba en sus últimas bocanadas de vida con el salmo 31:

Mi vida se gasta en el dolor

soy la burla de mis enemigos

la irrisión de mis vecinos

el espanto de mis amigos

Él, no es ajeno al sufrimiento de cada uno de nosotros, ni de los hombres y mujeres de todos los tiempos, en su cuerpo herido, enfermo, rechazado, humillado o hundido en el dolor. Él ha compartido tanto abajamiento en el Huerto de los Olivos, en las torturas que le infligen los soldados del Pretorio y en el camino del Calvario, clavado sobre una cruz, como cualquier criminal, hasta los límites de la tortura y hasta los límites humanos, pero injustamente acusado.

Nadie podemos decir a Dios: Si tú supieras… O más aún: Dios me ha abandonado, está lejos de mí. No. Comprendamos el misterio del crucificado, de toda la vida de Cristo, desde la palabra del evangelista Juan: “El Verbo, la palabra de Dios, estaba junto a Dios, El Verbo era Dios… en él está la vida, y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en la tiniebla y la tiniebla no lo recibió. El verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros y hemos contemplado su gloria” Jn 1,1-5. 14 Estas pequeñas astillas son un faro de luz para la ciudad de Almería.

Hoy la Iglesia Ortodoxa está celebrando el Viernes Santo. En la Liturgia Divina de los ortodoxos, el sacerdote en la celebración de la misa eleva la cruz con el crucificado, bendiciendo en las cuatro direcciones del espacio cantando “Kyrie eleison” mostrándonos así que Cristo, en las horas de la cruz, ha recapitulado y ha querido unir en su cuerpo y en su espíritu todas las cosas, todo el sufrimiento y todas las ofrendas de la humanidad, en su peregrinaje hacia la vida eterna.

Y colgado de la Cruz, Cristo ha reconciliado en si todas las cosas, ha unido a toda la humanidad afín de permitirnos estar con él, en la casa del Padre y ser coherederos de la herencia del Hijo. La encarnación del Verbo manifiesta el amor de Jesús por nosotros y el amor del Padre que nos lo entrega: “Tanto amó Dios al mundo que nos entregó a su único Hijo, no para juzgar al mundo, sino que por él el mundo sea salvado.”

La trasformación de la muerte en vida, de la pasión y muerte en resurrección, son fruto del Amor, que Dios nos tiene.  No dejéis nunca de meditar sobre el nudo indisoluble que une la celebración de la Eucaristía y el misterio de la muerte en Cruz de Cristo. Cada Santa Misa actualiza el sacrificio redentor de Cristo. La Eucaristía nos recuerda diariamente que nuestra salvación brota del costado de Cristo, cuando el hijo de Dios se somete a la muerte para darnos a cada uno de nosotros, gratuitamente, su vida divina.

Dos fieles de esta parroquia, Eduardo y Manuel, han querido dar su preciado tesoro a la Parroquia de San Sebastián, para que el Pueblo Santo de Dios pueda venerarlo. Aún recuerdo el día que llegasteis emocionados al obispado para enseñarme este gran descubrimiento, os pregunté si lo conocía el párroco, me dijisteis que sí. Desde entonces hasta hoy habéis recorrido un hermoso camino.  Gracias en nombre de la Iglesia de Almería.

Almería 3-05-2024

+ Antonio, vuestro obispo

19 de mayo, Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar: «Laicos por vocación, llamados a la misión»

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La Iglesia celebra el día de Pentecostés, este año el 19 de mayo, el Día de la Acción Católica y Apostolado Seglar. «Laicos por vocación, llamados a la misión» es el lema que la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida propone para la Jornada de este año.

¿Cuál es el mensaje de los obispos?

La Jornada de este año, explican los obispos de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, invita a todos los bautizados a proclamar el Evangelio, a la misión que Jesús encomendó, «que se lleva a cabo con la fuerza del Espíritu Santo”.

Los prelados subrayan en su mensaje que «el envío a la misión procede del Padre, que tanto nos ha ama-do que ha enviado a su único Hijo para que alcancemos la salvación, por su muerte y resurrección. Y es Jesús resucitado el que ha entregado a su Iglesia, a cada uno de nosotros, el Espíritu Santo, que es el alma de la evangelización. Por tanto, es fundamental que descubramos, como miembros del Pueblo de Dios, que tenemos una misión que no es iniciativa nuestra, sino de Dios, que la sostiene y permitirá que perdure por los siglos de los siglos».

En este sentido, el escrito recuerda la celebración del Encuentro sobre el Primer Anuncio, el pasado mes de febrero y la preparación para un Congreso sobre las Vocaciones, que tendrá lugar en Madrid, en febrero de 2025. Con estas dos iniciativas, en el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar de este año 2024, «queremos que resuene con fuerza esa llamada que la Iglesia ha recibido, como asamblea de convocados, pueblo de Dios unido en la misión, a vivir su vocación, que tiene como horizonte la misión. Y de un modo propio y peculiar, destacamos la vocación laical, que se ejercita en la caridad política, en el anuncio del Evangelio en el corazón del mundo».

Por todo ello, insisten en que «los laicos, desde el bautismo, han recibido una vocación, que los hace sentirse corresponsables en la vida y misión de la Iglesia». «Nuestra primera y fundamental consagración – añaden- hunde sus raíces en nuestro bautismo. A nadie han bautizado cura, ni obispo. Nos han bautizado laicos y es el signo indeleble que nunca nadie podrá eliminar».

Para los obispos de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida se trata de que «el laico sea laico» por vocación, en todos los ámbitos de la vida. «El laicado vive su vocación encarnado en el mundo, es decir, en los ámbitos de la familia, del trabajo, de la educación, del cuidado de la casa común y, de una manera particular, en la vida pública». Y también se desarrolla en el interior de la vida de la Iglesia, ayudando en al liturgia, en la catequesis, en los grupos parroquiales».

Finalmente, desde la Comisión agradecen el servicio de todos y cada uno de los laicos «comprometidos en la misión evangelizadora de la Iglesia»

– CARTEL

– MENSAJE DE LOS OBISPOS

– MATERIAL PARA LA REFLEXIÓN

– VIGILIA DE PENTECOSTÉS

– SUBSIDIO LITÚRGICO PARA EL CELEBRANTE

– SUBSIDIO LITÚRGICO PARA EL MONITOR

– CATEQUESIS PARA NIÑOS, JÓVENES Y ADULTOS

Ver este artículo en la web de la diócesis

“Rescatados de María” se da a conocer en Puente Genil

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El Obispo acudió a esta cita con los miembros de la comunidad, quienes ofrecieron su testimonio personal a los fieles pontanos

En plena sierra de Hornachuelos hay un espacio que desde finales del siglo XV está dedicado a la oración. Se trata del antiguo seminario de Ntra. Sra. de los Ángeles, que en la actualidad acoge a la comunidad “Rescatados de María”, una comunidad que busca la recuperación y reinserción de personas que han sido víctimas de adicciones y que, incluso, han pasado por prisión.

Formada por más de una decena de integrantes, esta comunidad ha querido celebrar su aniversario fundacional dándose a conocer ante los fieles de Puente Genil. Hasta allí se desplazaron todos el pasado sábado, 4 de mayo, a la parroquia de San José, donde tres de los que conforman la comunidad ofrecieron su testimonio personal a los fieles y ante la presencia del obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, desgranando cómo les está ayudando pertenecer a “Rescatados de María” a la reinserción en la sociedad y a salir de las adicciones.

Seguidamente, se llevó a cabo el rezo del santo rosario y la celebración de la eucaristía, en la que el prelado instó a los fieles a sensibilizarse con el problema que suponen las drogas en la sociedad y la importancia de ayudar a esas personas a salir del calvario que han vivido.

“Han entrado a esta comunidad y se han encontrado con el amor de Dios”, dijo el Obispo en su homilía explicando a los fieles que la Palabra de Dios nos hace entender la debilidad del hombre y nos recuerda que “el amor consiste en darse hasta el fin del mundo, pues el amor tiene su origen en Dios, que nos ama a cada uno de nosotros tal y como somos”.























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Aportaciones de las diócesis para la Asamblea Sinodal de la Conferencia Episcopal Española ‘Hacia Octubre 2024’

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El presente documento recoge las aportaciones recibidas de 54 diócesis y 20 realidades eclesiales muy diversas (en tamaño y naturaleza). Algunas diócesis han comunicado haber trabajado en la reflexión sobre el Informe de Síntesis “Una Iglesia sinodal en misión”, pero, por distintas circunstancias, no han podido enviar su aportación y lo harán probablemente en los próximos días.

Además, a la secretaría del Sínodo de esta Conferencia Episcopal llegaron 21 “buenas prácticas” o experiencias de sinodalidad.

Es verdad que la participación en esta fase del proceso ha descendido en número de grupos y de participantes. Deberíamos valorar cuáles son los motivos: si influyen los plazos de tiempo tan cortos para recibir aportaciones, si hay dificultades de armonizarlo con otras programaciones ya en marcha, si las preguntas estaban claramente formuladas…

En cualquier caso, es pertinente recordar dos pautas que aparecen en el documento “Hacia octubre 2024”, que es el que ha marcado esta fase:

  • Hay que seguir haciendo experiencia de sinodalidad y lo importante es el “cómo se hace la reflexión, es decir, de manera sinodal”.
  • En segundo lugar, tener presente que se nos invitaba a profundizar en algunos aspectos del Informe de Síntesis a partir de una pregunta orientadora: ¿CÓMO ser una Iglesia sinodal en misión?

Respecto a la primera pauta estamos convencidos de que, en nuestra Iglesia que peregrina en España, son muchas las experiencias que se están llevando a cabo (muchas más que las “buenas prácticas” llegadas en este tiempo) para hacer que la sinodalidad cale en la vida cotidiana de nuestras comunidades.

La segunda pauta la relacionamos con las respuestas recibidas que debemos mirar en la clave de la pregunta orientadora: cómo ser una Iglesia sinodal en misión.

Las aportaciones muestran la enorme pluralidad de nuestra Iglesia y, por eso, resulta muy difícil recoger todos los ricos matices en un breve documento resumen. Asimismo, nuestra Iglesia aporta la vida de estos años con procesos significativos como el nacido con el Congreso de Laicos y sus itinerarios (Encuentro sobre el Primer Anuncio), la apuesta por el Servicio de Pastoral Vocacional y el Congreso sobre Educación.

La redacción de las cuestiones ha hecho que los mismos temas aparezcan repetidos en varias respuestas y, aunque es complicado que no haya repeticiones, hemos tratado de poner cada tema, por lo menos, en una de las respuestas.

I. SEGUIR EL DINAMISMO SINODAL:

1. Tras la lectura del Informe de Síntesis en clima de oración, ¿qué podemos hacer a nivel parroquial, diocesano y nacional para seguir aprendiendo la sinodalidad?

1.1 Elegir una prioridad de cada parte del Informe de Síntesis, compartiendo el motivo de la elección

En este punto de las prioridades hay muchos criterios y convencimientos compartidos.

1ª Parte del documento Informe de Síntesis: “El rostro de una Iglesia sinodal”

Hay gran coincidencia en señalar 2 prioridades:

  • Entrar en una comunidad de fe: la iniciación cristiana.

Señalamos los puntos más coincidentes para justificar la elección de esta prioridad:

Es importante subrayar que todos formamos parte de la comunidad, con una gran variedad de vocaciones y ministerios, comunidades que han de ser dinámicas donde se desarrollen procesos fraternos de apertura y acogida y donde sus miembros se sientan llamados a la misión.

Siendo conscientes de que uno de los grandes retos de la Iglesia actual es cómo evangelizar, cómo dar a conocer a Jesús y la buena noticia en la sociedad de hoy, entendemos que iniciación cristiana y primer anuncio deben complementarse, deben renovarse, ser entendidos como procesos de maduración en la fe: fortalecer los aspectos de la iniciación cristiana supone pasar de un “cristianismo sociológico” a una fe en Jesús descubierta.

Es una tarea de todos los miembros de la comunidad, de todo el Pueblo de Dios y no sólo del sacerdote, especialmente debe ser prioritario cuando se trata de los niños y niñas, adolescentes y jóvenes.

Retomar lo esencial de cada Sacramento, pero con un lenguaje y unas celebraciones litúrgicas, sobre todo la Eucaristía dominical, que de verdad sea alimento, el primer lugar de formación del cristiano, momento central de la vida de la comunidad.

Otros aspectos que se entienden importantes son la escucha de la Palabra y la oración, la conversión de vida, la valorización de otras expresiones de la oración litúrgica, como las prácticas de la piedad popular.

  • Los pobres, protagonistas del camino de la Iglesia.

Señalamos los puntos más coincidentes para justificar la elección de esta prioridad:

Jesús siempre estuvo con los pobres, tuvo una predilección por ellos. La Iglesia, siguiendo el ejemplo del Maestro, debe vivir la opción preferencial por los pobres. Es una razón de coherencia evangélica entre lo que pensamos, decimos y obramos como forma de dar testimonio. “Una Iglesia que no tiene en el centro a los pobres, que no es pobre y que no tiene como protagonistas a los pobres es una Iglesia vacía de Evangelio e incapaz de dar testimonio auténtico para el mundo”.

En consecuencia, se manifiesta la convicción de que los pobres deben ser los “protagonistas y sujetos de su historia de fe y salvación, participen de la comunidad y sean los “agentes de su propio desarrollo”.

Al igual que Jesús, la Iglesia debe denunciar las causas de la pobreza, ser valiente para levantar la voz ante situaciones de injusticia donde no se respete la dignidad de la persona.

Existe un convencimiento compartido de que hay que descubrir nuevas pobrezas, cambiar nuestra mirada y nuestras actitudes y actuar de forma coordinada. Sin querer agotar las caras de la pobreza que los informes identifican, sí mencionamos algunas de ellas: los inmigrantes, las víctimas de cualquier tipo de explotación o de abuso, los que no disfrutan de un trabajo digno, los ancianos y enfermos solos, todos aquellos que no son acogidos o escuchados, los niños que no llegan a nacer, las personas que no encuentran sentido a su vida.

Además, también aparecen otros temas, aunque con menor apoyo:

  • Una Iglesia de “toda raza, lengua, pueblo y nación”, porque el anuncio del Evangelio hoy tiene como interlocutores y actores a hombres y mujeres de diversas culturas y religiones en cualquier comunidad local y nos abre al desafío de ser una Iglesia verdaderamente “católica”.
  • La sinodalidad: experiencia y comprensión, como necesidad de mayor comprensión y clarificación de lo que significa la sinodalidad.

2ª Parte del documento Informe de Síntesis: “Todos discípulos, todos misioneros”

También en esta segunda parte hay coincidencia en señalar 2 prioridades:

  • Las mujeres en la vida y en la misión de la Iglesia.

Señalamos los puntos más coincidentes para justificar la elección de esta prioridad:

Se aborda el tema desde el reconocimiento de la igual dignidad que nace del Bautismo. Además, se señala cuánto las mujeres estaban presentes en sucesos importantes con Jesús en los Evangelios y a una de ellas (María Magdalena) le encomendó la tarea de anunciar la resurrección.

El reconocimiento de la importancia del papel de la mujer en la Iglesia es motivo de credibilidad del mensaje evangélico, pero sobre todo es ocasión para ofrecer un rostro adecuado de Dios.

Existe una valoración generalizada de la contribución que la mujer da en la transmisión de la fe, en la vida de las comunidades y, al mismo tiempo, la demanda de que sea más escuchada, de que pueda aportar mucho más teniendo en cuenta una realidad femenina muy plural.

Se considera prioritario su presencia activa en todos los ámbitos de la vida de la Iglesia, en los órganos de participación, formación y decisión, así como asumiendo tareas de responsabilidad a nivel pastoral y ministerial: “abrumadora mayoría de presencia de la mujer en la vida de la Iglesia, que no se traduce en visibilidad”.

  • La Iglesia es misión.

Señalamos los puntos más coincidentes para justificar la elección de esta prioridad:

Se percibe este capítulo del Informe de síntesis como un tema transversal: “Puesto que la Iglesia no tiene misión, sino que es misión, esta realidad ha de concentrarse en cada sector y ambiente de la pastoral”. Esto exigen fortalecer la corresponsabilidad.

Somos un cuerpo, el Cuerpo de Cristo, con diferentes carismas y dones y cada bautizado tiene un rol único e insustituible que desempeñar en la misión de la Iglesia. De ahí la importancia del reconocimiento, la valoración y la promoción de los ministerios laicales, sin caer en la clericalización.

La Iglesia en misión es para todos, saliendo al encuentro de las personas, de aquellos que puedan estar “desilusionados, apartados o confundidos”. Estamos llamados a ser testigos de Dios en el mundo, “sin replegarnos”.

Se insiste sobre tres cuestiones de forma especial: el cuidado y acompañamiento de la familia; el mayor protagonismo, la escucha y la cercanía con los jóvenes; el compromiso de los fieles laicos en los distintos ambientes sociales, culturales y laborales.

Además, también aparecen otros temas, aunque con menor apoyo. Señalamos sólo uno:

  • La vida consagrada y las asociaciones laicales: un signo profético, desde la constatación que el Espíritu ha derramado distintos carismas que hacen resonar diferentes sensibilidades, reconocer la gran riqueza espiritual y experiencia de vida que existe.

3ª Parte del documento Informe de Síntesis: “Tejer lazos, construir comunidad”

De aquí un tema destaca de forma principal:

  • Por una Iglesia que escucha y acompaña.

Señalamos los puntos más coincidentes para justificar la elección de esta prioridad:

El camino recorrido en estos años lleva a afirmar que la escucha, la acogida y el acompañamiento son elementos fundamentales para una Iglesia sinodal en misión.

Se necesita construir comunidades abiertas y con capacidad de acogida, “comunidades con una especial sensibilidad y orientación hacia aquellas realidades humanas y sociales que mayor necesidad tienen de pertenencia, consuelo y acompañamiento en todos los órdenes de la vida (desde lo puramente humano, pasando por lo social y, especialmente, en lo espiritual)”.

Es importante ampliar la escucha para estar atentos a la realidad que nos rodea, procurando crear espacios donde acoger a todos, creyentes y no creyentes.

Partiendo de la escucha de lo que Dios quiere de nosotros, estar abiertos a la conversión y al cambio, a aprender de lo que escuchamos y compartimos los unos con los otros. Para ello, se necesita una gran apertura de mente y corazón.

Algunas aportaciones han señalado como prioritarios otros temas:

  • “Organismos de participación”. Hemos optado por dejarlo para respuestas posteriores.
  • “Una aproximación sinodal a la formación”, considerado como pilar en la construcción de la Iglesia. Se subraya en varias aportaciones la necesidad de encontrar, a la luz de la sinodalidad, “propuestas formativas conjuntas para todo el Pueblo de Dios”.
  • “Misioneros en el ambiente digital”, considerado como un ámbito de evangelización para en el que hay que desarrollar una pastoral específica. Importancia de la relación con los más jóvenes.

1.2 – Elige 3 iniciativas concretas para poner en práctica a nivel parroquial, diocesano y nacional, indicando el modo para implementarlas en la propia realidad eclesial.

A nivel parroquial

  • Iniciativas de comunión y misión: equipos bien formados de acogida, escucha y acompañamiento, teniendo especial atención a situaciones como el duelo, dificultades familiares, etc.; cuidado de los espacios y momentos celebrativos y festivos; mejora de las dinámicas de programación; visibilización de las actividades parroquiales especialmente las abiertas a personas que no forman parte de la comunidad; valoración de las celebraciones en ausencia de presbíteros; promoción de acciones de solidaridad y transformación social.
  • Iniciativas de formación: sobre sinodalidad, el Concilio Vaticano II, en discernimiento comunitario (con la metodología de la conversación en el Espíritu) y en acompañamiento. Se insiste en la formación y acompañamiento de las personas que llevan adelante los procesos de iniciación cristiana.
  • Iniciativas de participación: creación de los consejos parroquiales, con presencia de todas las vocaciones, y donde ya existen potenciarlos y renovarlos para que se trabaje con “un estilo participativo que nos ayude a ser comunidad”; celebración de asambleas parroquiales; acciones para potenciar la corresponsabilidad de los laicos.

A nivel diocesano

  • Iniciativas de comunión: con expresiones distintas, se repite insistentemente la necesidad de “impulsar el trabajo en red de todas las instituciones, primando iniciativas compartidas e interconectadas”. Un mayor conocimiento recíproco y una escucha más profunda pueden plasmarse en una mayor coordinación diocesana a todos los niveles (delegaciones, arciprestazgos, asociaciones de laicos y vida consagrada). Acciones que pueden favorecer la comunión son los encuentros diocesanos donde compartir la vida, la creación de espacios de formación conjunta para laicos, vida consagrada y sacerdotes, la institución de los ministerios laicales.
  • Iniciativas de formación: revisión y actualización de los directorios de iniciación cristiana en clave misionera y de proceso de maduración en la fe e inserción en la comunidad; creación de escuelas sobre discernimiento y formación en escucha activa y acompañamiento; sensibilización y estudio sobre la pobreza a distintos niveles (seminario, equipos más implicados…); incremento de presencia femenina en instituciones formativas de la Iglesia (seminarios, facultades).
  • Iniciativas de participación: actualización y revisión de las estructuras sinodales y, en concreto, el consejo pastoral, asegurando que sea representativo de toda la realidad diocesana y con un dinamismo que presenta “diversidad de dimensiones: informativa, de consulta, deliberativa y de decisión”.

A nivel nacional

Iniciativas de comunión y misión: en el ámbito digital, en el servicio de la caridad (voluntariado de Cáritas y otras entidades), en la acogida e integración de los inmigrantes, con los grupos de catequistas y las cofradías, especialmente en las zonas rurales; revisión y cuidado del lenguaje en la comunicación de la Iglesia y, de forma particular, en los textos litúrgicos, que sea cercano e inclusivo.

Iniciativas de formación: formación sinodal en los seminarios; en liderazgo, en la conversación en el Espíritu, “mayor formación y difusión de la Doctrina social de la Iglesia, en el lenguaje de hoy”… y formación en sinodalidad.

Iniciativas de participación: revisión del procedimiento de elección de obispos (con la participación de todo el Pueblo de Dios); mayor presencia y participación de los laicos y en especial de las mujeres en la vida de vida de la Iglesia y en sus decisiones; puesta en funcionamiento de las orientaciones de la CEE sobre los ministerios de lector, acólito y catequista.

II. ¿CÓMO SE PUEDE POTENCIAR LA CORRESPONSABILIDAD DIFERENCIADA EN LA MISIÓN DEL PUEBLO DE DIOS (laicos, vida consagrada, ministerio ordenado) EN TU REALIDAD ECLESIAL? Señala tres cuestiones concretas.

En esta pregunta hemos optado por indicar actitudes y dinámicas comunes capaces de potenciar la corresponsabilidad de cada miembro del Pueblo de Dios desde la especificidad de su propia llamada.

  • Partimos de plantear la vida de la Iglesia como una gran familia, subrayando la participación y la valoración del servicio de cada uno.
  • Por ello, desarrollar la vocación bautismal: todos somos Pueblo de Dios, con igual dignidad; todos somos sacerdotes, profetas y reyes y todos participamos en la misma misión.
  • Reconociendo la diversidad de las vocaciones como riqueza, trabajar en la complementariedad de las mismas y en la superación del clericalismo tanto del clero como del laicado.
  • Debemos ser capaces de compartir más lo que somos y hacemos, los dones y carismas que tenemos para que estén al servicio de todo el Pueblo de Dios. Esto tiene también consecuencias prácticas de reorganización de estructuras pastorales que lo faciliten, donde se viva la transparencia a varios niveles (actividades, decisiones, asuntos económicos).
  • Ser corresponsables implica trabajar siempre en comunión y desde la comunión.
  • Ser corresponsables supone escucha, acogida y acompañamiento; crear espacios donde compartir y discernir retos y problemas, en los que cuidarnos unos a otros, potenciar la convivencia y la fraternidad, crecer como hermanos y hermanas que caminan juntos.
  • Ser corresponsables exige reparto de funciones, decisiones y acciones; hablar de servicios y tareas en lugar de cargos o responsabilidades.
  • Revisar el ejercicio de la autoridad, desde el servicio, la corresponsabilidad, la humildad, la sencillez, la cercanía, la caridad, más centrado en los pobres y en la comunidad. Hacer una reflexión sobre su significado dentro del contexto sinodal y cómo debe entenderse hoy el binomio autoridad / obediencia para no llegar a extremos que provoquen situaciones de abuso de poder o conciencia.
  • Ser cada miembro del Pueblo de Dios, allí donde nos encontremos (dentro de las estructuras eclesiales, en la propia familia, en los distintos campos sociales, culturales, etc.), Iglesia que acoge y acompaña a todos, especialmente a los más pobres, marginados o excluidos por cualquier causa.

III. ¿QUÉ MODOS DE RELACIÓN; ESTRUCTURAS, PROCESOS DE DISCERNIMIENTO Y DECISIÓN RESPECTO A LA MISIÓN PERMITEN RECONOCERLA, CONFIGURARLA, PROMOVERLA? Propuestas concretas.

  • Fomentar la escucha, la acogida y el acompañamiento, con varias claves:
  • Crecer en apertura y acogida a distintas realidades: jóvenes; sacerdotes secularizados; personas pobres y vulnerables; matrimonios y familias, en cualquier situación se encuentren; de distintas orientaciones sexuales; inmigrantes y refugiados; personas alejadas de la Iglesia, personas mayores; personas con discapacidad…
  • Fomentar y ofrecer formación específica para ejercer estos servicios (como los talleres de escucha o las escuelas de acompañamiento).
  • Dar entidad de ministerio a este servicio.
  • Establecer procesos de discernimiento, a la luz de la Palabra de Dios y con el método de la conversación en el Espíritu, compaginado con el método del ver, juzgar y actuar y el método RIE (Reconocer, Interpretar y Elegir). Se ve necesaria la formación en los distintos métodos e instrumentos de discernimiento, para renovar el modo de trabajar dentro de las estructuras: el discernimiento personal, la deliberación en común, la revisión de vida, la conversación espiritual…
  • Caminar hacia una mayor información, comunicación y transparencia sobre los asuntos eclesiales (tanto a nivel diocesano como parroquial) para que todos nos sintamos protagonistas. En este sentido, se considera necesario mejorar la comunicación ad intra y ad extra de la Iglesia. así como potenciar el trabajo en equipo y de coordinación entre delegaciones y organismos diocesanos.
  • Fomentar las asambleas pastorales a distintos niveles (diocesano, parroquial…) para favorecer el mutuo conocimiento y diálogo.
  • Seguir dando pasos para estar presentes en el mundo digital, creando plataformas que nos hagan visibles en este entorno y formando personas para evangelizar a través de las nuevas tecnologías.

IV. ¿QUÉ MINISTERIOS Y ÓRGANOS DE PARTICIPACIÓN PUEDEN RENOVARSE O INTRODUCIRSE PARA EXPRESAR MEJOR LA CORRESPONSABILIDAD?

  1. Renovarse:

En este punto hay bastante unanimidad:

Se pide que los consejos pastorales y económicos (tanto diocesanos como arciprestales y parroquiales) sean obligatorios y no sólo aconsejables, para lo cual hay que reformar el Código de Derecho Canónico; también se considera necesario que se renueven y revisen los ya existentes (No es cuestión de nuevas estructuras, sino de que funcionen las que hay), a la vez que se creen otros nuevos cuando sea necesario.

Además, se sugieren diferentes cuestiones de cara al buen funcionamiento de estos consejos:

  • Que funcionen con espíritu sinodal, fomentando la escucha al Espíritu y generando un dinamismo metodológico que permita afrontar los temas fundamentales de la vida de la Iglesia o de la comunidad, y no únicamente cuestiones organizativas.
  • Crecer en comunicación interna y también hacia fuera, dando a conocer estos espacios.
  • Fomentar la renovación y ampliación de sus miembros, y asegurar que en ellos esté representado todo el pueblo de Dios, superando el clericalismo y fomentando que los laicos -hombres y mujeres- y la vida consagrada estén presentes asumiendo responsabilidades.
  • Asegurar que estos órganos sean deliberativos y decisorios en algunas cuestiones, y no sólo consultivos.
  • Buscar que sea un órgano evaluable, que de esta forma se pueda valorar periódicamente el funcionamiento del mismo.
  • Favorecer la interconexión de los diversos Consejos: diocesano, arciprestal y parroquial.

(esto exigirá renovar los Estatutos en clave sinodal)

Se encuentra también cierto consenso en algunos otros aspectos a renovar:

  • Potenciar la agrupación de parroquias en unidades pastorales, y crear equipos pastorales en arciprestazgos y unidades pastorales, como un modo dinamizar y fomentar la participación de todos en las programaciones y estructuras pastorales, desarrollando al máximo la cultura del trabajo en equipo.
  • Revisar el tema del diaconado permanente, como servicio a los más pobres. Se propone también reflexionar sobre el posible acceso de la mujer al diaconado.
  • Que el pueblo de Dios sea consultado para el nombramiento de determinadas responsabilidades y servicios diocesanos, así como para los cambios de sus pastores.
  1. Introducir nuevos:

En este punto hay mayor dispersión. Se apuntan varios:

  • Promover la creación de los ministerios de la acogida, la escucha y el acompañamiento
  • Impulsar los sínodos diocesanos, para aprender y mantener viva la sinodalidad
  • Crear grupos de acción pastoral del arciprestazgo, para coordinar catequesis, liturgia, caridad…
  • Generar estructuras o mecanismos que posibiliten la evaluación del obispo, los sacerdotes, diáconos y otros ámbitos parroquiales
  • Crear de un calendario de reuniones conjuntas de las comisiones permanentes de los Consejos diocesanos de las provincias eclesiásticas
  • Fomentar equipos parroquiales de evangelización, como equipos motores de los Consejos de Pastoral
  • Implantar un Servicio Vocacional, para presentar la vida como vocación
  • Continuar impulsando el cuidado de la creación y de la casa común
  • Favorecer la presencia de animadores de la comunidad

Algunas aportaciones generales respecto a la renovación o introducción de estructuras: potenciar las unidades pastorales, simplificar estructuras y optimizar los recursos, poner el foco en la renovación eclesial y personal más que en el cambio de estructuras como tal (personas renovadas en las estructuras ya existentes pueden crear ambientes y posibilidades distintas).

Ver este artículo en la web de la diócesis

Lunes, 6 de mayo

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Dossier de prensa diario elaborado por la Delegación diocesana de Medios de Comunicación Social de la diócesis de Córdoba.

20240506 ABC

20240506 Dossier de prensa

20240506 El Día de Córdoba

La entrada Lunes, 6 de mayo apareció primero en Diócesis de Córdoba. Ver este artículo en la web de la diócesis

Martos celebra a su patrón, San Amador, presbítero y mártir

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Este domingo, 5 de mayo, en la ciudad de la Peña se celebraba la solemnidad de su Santo Patrón, San Amador. Cientos de marteños se congregaron en la Iglesia Parroquial de San Amador y Santa Ana para dar culto al Señor y celebra este día tan hermoso en recuerdo de su paisano, San Amador.

La celebración de la Eucaristía fue presidida por el Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, además de los sacerdotes de la ciudad y la comunidad de Padres Franciscanos, además de seminaristas y la propia Hermandad.

Durante su homilía Don Sebastián agradeció la invitación para celebrar por primera vez la festividad del Patrón, y nos invitó a tener presentes a todos los marteños que no pueden estar presentes en este fiesta y nos recordó que se celebra también la Pascua del Enfermo.

Don Sebastián nos invitó a reflexionar en la vida de San Amador ya que dio testimonio de entrega a Dios por el amor sin condiciones un amor testimonial. Esta es una tierra de mártires, es tierra regada por la sangre de los mártires que han dado su muestra de su amor y su testimonio. Nosotros tenemos que ser también testigos de ese amor siendo cristianos no sólo de nombre o de saldo sino cristianos auténticos, y es por eso es bueno hacer memoria de los santos y de las personas buenas seguro que todos conocemos personas buenas y personas agradecidas esas personas son personas que irradian algo bueno, algo especial, pero tengamos presente el perdón y la reconciliación tenemos que vivir como San Amador con ese perdón y reconciliación.

El Evangelio de hoy es continuación del domingo pasado que nos pide que vivamos siempre unidos a cristo y demos fruto. Don Sebastián puso en las manos del Santo Marteño San Amador las vocaciones al seminario en especial las vocaciones que hay de este pueblo Marteño

Tras la homilía continuo la celebración de la Eucaristía y al término de la misma volvió agradecer a todos su participación y se despidió de toda la comunidad allí reunidas.

Francisco Manuel Camacho
Martos

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La Trastienda del Consuelo sigue creciendo

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Tras casi diez años de andadura, «La Trastienda del Consuelo», el espacio solidario de Cáritas parroquial de San Agustín ha dado un paso más: con la ayuda de Cáritas diocesana, ha inaugurado un nuevo espacio de hospitalidad, un taller de restauración de muebles que complementa la acción del espacio solidario. La iniciativa consiste en un taller para aprender a restaurar los muebles en mal estado que son donados para que puedan tener nueva vida, con participantes que pueden aprender este oficio hoy de moda, recuperando estos muebles que volverán al espacio solidario para su venta en favor de otros proyectos de las Cáritas parroquiales de la ciudad.

Durante cuatro meses, con seis horas semanales de formación, docentes voluntarios enseñarán a los participantes venidos de los dos arciprestazgos de Almería capital estas técnicas de restauración y tapizado en la Casa de Nazaret, que ha abierto sus puertas a este proyecto ubicándolo en sus instalaciones. Un nuevo modo de ayudar a los participantes a desarrollar sus habilidades, aprender un oficio para el futuro y crear nuevos vínculos que les ayudarán a crecer en su dignidad personal y colaborar al mismo tiempo con el espacio solidario.

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La Adoración Nocturna de la diócesis celebró a su patrón San Pascual Bailón

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Este pasado sábado 4 de mayo, la Adoración Nocturna de la diócesis celebró a su patrón San Pascual Bailón. Los miembros de esta asociación de fieles tuvieron un encuentro en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en Valle de Guerra.

Dicho encuentro también formo parte de las iniciativas programadas por la Coronación Canónica de la Virgen del Rosario que tendrá lugar el 18 de agosto.

La jornada congregó cerca de doscientos adoradores de catorce secciones.

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Santo Domingo Savio

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Santo Domingo Savio

domingo savioNació Domingo Savio en Riva de Chieri (Italia) el 2 de abril de 1842. Era el mayor entre cinco hijos de Ángel Savio, un mecánico muy pobre, y de Brígida, una sencilla mujer que ayudaba a la economía familiar haciendo costuras para sus vecinas.

Desde muy pequeñín le agradaba mucho ayudar a la Santa Misa como acólito, y cuando llegaba al templo muy de mañana y se encontraba cerrada la puerta, se quedaba allí de rodillas adorando a Jesús Eucaristía, mientras llegaba el sacristán a abrir.

El día anterior a su primera confesión fue donde la mamá y le pidió perdón por todos los disgustos que le había proporcionado con sus defectos infantiles. El día de su primera comunión redactó el famoso propósito que dice: «Prefiero morir antes que pecar».

A los 12 años se encontró por primera vez con San Juan Bosco y le pidió que lo admitiera gratuitamente en el colegio que el santo tenía para niños pobres. Don Bosco para probar que tan buena memoria tenía le dio un libro y le dijo que se aprendiera un capítulo. Poco tiempo después llegó Domingo Savio y le recitó de memoria todo aquel capítulo. Y fue aceptado. Al recibir tan bella noticia le dijo a su gran educador: «Ud. será el sastre. Yo seré el paño. Y haremos un buen traje de santidad para obsequiárselo a Nuestro Señor». Esto se cumplió admirablemente.

Un día le dijo a su santo confesor que cuando iba a bañarse a un pozo en especial, allá escuchaba malas conversaciones. El sacerdote le dijo que no podía volver a bañarse ahí. Domingo obedeció aunque esto le costaba un gran sacrificio, pues hacía mucho calor y en su casa no había baño de ducha. Y San Juan Bosco añade al narrar este hecho: «Si este jovencito hubiera seguido yendo a aquel sitio no habría llegado a ser santo». Pero la obediencia lo salvó.

Cierto día dos compañeros se desafiaron a pelear a pedradas. Domingo Savio trató de apaciguarlos pero no le fue posible. Entonces cuando los dos peleadores estaban listos para lanzarse las primeras piedras, Domingo se colocó en medio de los dos con un crucifijo en las manos y les dijo: «Antes de lanzarse las pedradas digan: Jesús murió perdonando a los que lo crucificaron y yo no quiero perdonar a los que me ofenden». Los dos enemigos se dieron la mano, hicieron las paces, y no se realizó la tal pelea. Por muchos años recordaban con admiración este modo de obrar de su amiguito santo.

Eucaristía

Cada día Domingo iba a visitar al Santísimo Sacramento en el templo, y en la santa Misa después de comulgar se quedaba como en éxtasis hablando con Nuestro Señor. Un día no fue a desayunar ni a almorzar, lo buscaron por toda la casa y lo encontraron en la iglesia, como suspendido en éxtasis. No se había dado cuenta de que ya habían pasado varias horas. Tanto le emocionaba la visita de Jesucristo en la Santa Hostia. Por tres años se ganó el Premio de Compañerismo, por votación popular entre todos los 800 alumnos. Los compañeros se admiraban de verlo siempre tan alegre, tan amable, y tan servicial con todos. El repetía: «Nosotros demostramos la santidad, estando siempre alegres». Con los mejores alumnos del colegio fundó una asociación llamada «Compañía de la Inmaculada» para animarse unos a otros a cumplir mejor sus deberes y a dedicarse con más fervor al apostolado. Y es curioso que de los 18 jóvenes con los cuales dos años después fundó San Juan Bosco la Comunidad Salesiana, 11 eran de la asociación fundada por Domingo Savio.

En un sueño – visión, supo que Inglaterra iba a dar pronto un gran paso hacia el catolicismo. Y esto sucedió varios años después al convertirse el futuro cardenal Newman y varios grandes hombres ingleses al catolicismo. Otro día supo por inspiración que debajo de una escalera en una casa lejana se estaba muriendo una persona y que necesitaba los últimos sacramentos. El sacerdote fue allá y le ayudó a bien morir. Al corregir a un joven que decía malas palabras, el otro le dio un bofetón. Domingo se enrojeció y le dijo: «Te podía pegar yo también porque tengo más fuerza que tú. Pero te perdono, con tal de que no vuelvas a decir lo que no conviene decir». El otro se corrigió y en adelante fue su amigo.

Un día hubo un grave desorden en clase. Domingo no participó en él, pero al llegar el profesor, los alumnos más indisciplinados le echaron la culpa de todo. El profesor lo regañó fuertemente y lo castigó. Domingo no dijo ni una verdad, el profesor le preguntó por qué no se había defendido y él respondió: «Es que Nuestro Señor tampoco se defendió cuando lo acusaron injustamente. Y además a los promotores del desorden sí los podían expulsar si sabían que eran ellos, porque ya han cometido faltas. En cambio a mí, como era la primera falta que me castigaban, podía estar seguro de que no me expulsarían». Muchos años después el profesor y los alumnos recordaban todavía con admiración tanta fortaleza en un niño de salud tan débil.

La madre de San Juan Bosco, mamá Margarita, le decía un día a su hijo: «Entre tus alumnos tienes muchos que son maravillosamente buenos. Pero ninguno iguala en virtud y en santidad a Domingo Savio. Nadie tan alegre y tan piadoso como él, y ninguno tan dispuesto siempre a ayudar a todos y en todo».

San Juan Bosco era el santo de la alegría. Nadie lo veía triste jamás, aunque su salud era muy deficiente y sus problemas enormes. Pero un día los alumnos lo vieron extraordinariamente serio. ¿Qué pasaba? Era que se alejaba de su colegio el más amado y santo de todos sus alumnos: Domingo Savio. Los médicos habían dicho que estaba tosiendo demasiado y que se encontraba demasiado débil para seguir estudiando, y que tenía que irse por unas semanas a descansar en su pueblo. Cada mes, en el Retiro Mensual se rezaba un Padrenuestro por aquel que habría de morir primero. Domingo les dijo a los compañeros: «el Padrenuestro de este mes será por mí». Nadie se imaginaba que iba a ser así, y así fue. Cuando Dominguito se despidió de su santo educador que en sólo tres años de bachillerato lo había llevado a tan grande santidad, los alumnos que lo rodeaban comentaban: «Miren, parece que Don Bosco va a llorar». – Casi que se podía repetir aquel día lo que la gente decía de Jesús y un amigo suyo: «¡Mirad, cómo lo amaba!». Domingo Savio estaba preparado para partir hacia la eternidad. Los médicos y especialistas que San Juan Bosco contrató para que lo examinaran comentaban: «El alma de este muchacho tiene unos deseos tan grandes de irse a donde Dios, que el débil cuerpo ya no es capaz de contenerla más. Este jovencito muere de amor, de amor a Dios». Y así fue.

El 9 de marzo de 1857, cuando estaba para cumplir los 15 años, y cursaba el grado 8º de bachillerato, Domingo, después de confesarse y comulgar y recibir la Unción de los enfermos, sintió que se iba hacia la eternidad. Llamó a su padre a que le rezara oraciones del devocionario junto a su cama (la madre no se sintió con fuerzas de acompañarlo en su agonía y su fue a llorar a una habitación cercana). Y a eso de las 9 de la noche exclamó: «Papá, papá, qué cosas tan hermosas veo» y con una sonrisa angelical expiró dulcemente. A los ocho días su padre sintió en sueños que Domingo se le aparecía para decirle muy contento que se había salvado. Y unos años después se le apareció a San Juan Bosco, rodeado de muchos jóvenes más que están en el cielo. Venía hermosísimo y lleno de alegría. Y le dijo: «Lo que más me consoló a la hora de la muerte fue la presencia de la Santísima Virgen María. Recomiéndele a todos que le recen mucho y con gran fervor. Y dígales a los jóvenes que los espero en el Paraíso».

Fuente: ewtn.com

 

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Dos jóvenes recibieron el Bautismo de adultos y los demás sacramentos de la Iniciación Cristiana, en Purullena

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Dos jóvenes recibieron el Bautismo de adultos y los demás sacramentos de la Iniciación Cristiana, en Purullena

Dos jóvenes, uno de ellos mayor de edad, recibieron el Bautismo y los demás sacramentos de la Iniciación Cristiana en Purullena. Fue el domingo 5 de mayo, en una celebración en la que también se confirmaron 26 jóvenes, de diferentes edades.

 

El obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, fue quien bautizó a los dos jóvenes, en una celebración que, siendo parecida a la del Bautismo de niños pequeños, tiene algunas diferencias. Una de ellas, y la más significativa, es que cuando un adulto se bautiza recibe al mismo tiempo el sacramento de la Confirmación y el de la Eucaristía. Y este fue el caso de los dos jóvenes de Purullena.

Así, Piero Alejandro y Jeremy Anthony, que así se llaman estos dos jóvenes, recibieron, en la misma celebración, los sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Piero y Jeremy, que son hermanos, son de origen peruano, pero llevan más de siete años en Purullena. Y es aquí, en la parroquia, donde han vivido su proceso de iniciación y formación cristiana, que los ha llevado a recibir los primeros sacramentos para un cristiano.

Mons. Orozco destacó en la celebración cómo estos dos jóvenes han querido dejarse amar por Dios y, después de conocer a Cristo, han decidido seguirle. Que sean jóvenes, uno de ellos ya mayor de edad, también es un signo de que el Espíritu Santo sigue haciéndose presente en la vida de las personas, al hilo de las lecturas que se habían escuchado en la celebración. No todos los jóvenes pasan de Cristo. Al contrario, estos dos jóvenes que inician su camino como cristianos y los 26 jóvenes que se confirmaron son una muestra de ello, vino a decir el obispo. Al final de la celebración, Mons. Orozco comentó que también en Guadix, en la Vigilia Pascual, hubo otro bautismo de adultos.

Sin duda, la alegría vivida por estos dos jóvenes y su familia ha sido compartida, también, por toda la comunidad de Purullena, en una celebración muy emotiva.

Antonio Gómez

Delegado diocesano de MCS. Guadix

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