La diócesis Nivariense se prepara para vivir un día muy esperado. La ordenación episcopal y toma de posesión de Eloy Santiago, este jueves 1 de mayo, a las 11:00 h., en la Santa Iglesia Catedral.
Asimismo, este martes 29 de abril, a las 20:00 h., la iglesia de Nuestra Señora de La Concepción, en La Laguna, acogerá una vigilia de oración para pedir a Dios por el episcopado y la misión pastoral de Mons. Santiago.
Por otro lado, en la víspera de la ordenación, el miércoles 30 de abril, tras la Eucaristía de las 20:00 h., en el Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna, el obispo electo realizará la profesión de fe y el juramento de fidelidad.
La Catedral de La Laguna acogió este domingo 27 de abril, la Misa de Pascua ofrecida por el papa Francisco, presidida por el administrador diocesano, Antonio Pérez y concelebrada por el obispo emérito, Bernardo Álvarez y por varios sacerdotes diocesanos.
Pérez, en su homilía, siguiendo las indicaciones del Santo Padre, destacó una imagen, la del pontífice cruzando la Plaza de San Pedro, solo, para rezar durante la pandemia de 2019. Un pensamiento, el de la alegría del Evangelio. Como le gustaba enfatizar al Papa al comienzo de su pontificado, el deseo de lograr una Iglesia en salida misionera y un tiempo de evangelización marcado por el signo de la alegría. Y, por último, un sentimiento, el de vergüenza, manifestado por el Papa en su primera visita a Lamepdusa para conocer de primera mano la tragedia de los naufragios de inmigrantes.
Pérez también dio gracias al Santo Padre por su cercanía a Canarias en la cuestión migratoria y durante la erupción del volcán en La Palma, así como por tantos gestos de cariño y acogida a los más vulnerables.
El jueves 8 de mayo tiene lugar la Convivencia del Clero don motivo de la fiesta de san Juan de Ávila, a partir de la 10,30 horas, en la Casa Diocesana.
Tras el rezo de la hora intermedia (10.45 horas), Francisco Juan Martínez, sacerdote diocesano de Jaén, doctor en Historia y Deán de las Catedrales de Jaén y Baeza, impartirá una conferencia titulada «San Juan de Ávila y la esperanza», conjugando en ella la fiesta del patrón del clero español y el Año Jubilar.
Tras un descanso a media mañana dará paso el momento más emotivo de la convivencia: «la felicitación a los hermanos que viven sus jubileos sacerdotales con motivo de su celebración de 25 y 50 años de ordenación sacerdotal», explica el delegado para el Clero, Juan Manuel Ortiz Palomo.
La convivencia concluirá sobre las 13.30 horas, compartiendo el almuerzo.
Próxima cita
Este año la Delegación para el Clero está organizando una Jornada de Formación Permanente Extraordinaria para el lunes 9 de junio, a partir de las 10.30 horas, en la que profundizarán en la Inteligencia Artificial.
Al día siguiente de las exequias del papa Francisco, la plaza de San Pedro ha vuelto a llenarse de gente, unas 200.000 personas, en otra gran celebración, esta vez programada como uno de los actos del Jubileo de la Esperanza. Se trataba del Jubileo de los Adolescentes, que ha tenido lugar en la mañana del 27 de abril, en una celebración presidida por el cardenal Pietro Parolin. Entre los obispos asistentes ha estado el obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, que es miembro de la subcomisión de Infancia y Juventud de la Conferencia Episcopal Española.
Así, el obispo accitano ha asistido estos días a las exequias del papa Francisco y a esta convocatoria jubilar, en la que han participado miles de jóvenes de España y muchos más de otras partes del mundo. Hasta 200.000 según fuentes del Vaticano. Allí ha coincido con otros obispos de España, como el de Almería o el emérito de Huelva. A pesar de todo, no ha sido la celebración que se esperaba, ya que, en este Jubileo de los Adolescentes estaba programada la canonización de Carlo Acutis, que no ha tenido lugar por el fallecimiento del papa Francisco. Al estar la sede vacante, no puede haber canonización, de modo que ha quedado aplazada. Pero esto no ha sido obstáculo para que se viva una jornada jubilar radiante, con los más jóvenes como protagonistas. Como miembro de la subcomisión de Infancia y Juventud, el obispo se ha encontrado con el secretario técnico de esta subcomisión, Raúl Tinajero, y con el responsable de jóvenes en la Conferencia Episcopal Italiana. Además de ser una Misa Jubilar, también ha sido la segunda de Misa de los novendiali, las nueve Misas que se van a celebrar en sufragio del papa Francisco, antes de que comience el cónclave. A estas Misas asisten los cadenales y así lo han hecho en esa celebración. Como comentaba el obispo de Guadix, uno de ellos, en unos días será el próximo papa de la Iglesia. Sin duda, con la muerte del papa Francisco, con las celebraciones jubilares y con el cónclave y la próxima elección del papa la plaza de San Pedro se ha convertido en el centro del mundo y todas las miradas se dirigen a ella.
La Virgen de la Cabeza, patrona de la Diócesis, se encontró hoy, como cada último domingo de abril, con miles de personas que se acercaron al Cerro del Cabezo, llenos de devoción, en la Romería más antigua de España.
Este año, un ambiente de respeto y recogimiento acompañaba la celebración: las banderas ondeaban a media asta, con un crespón negro en señal de luto por el reciente fallecimiento del Papa. A los pies de la Morenita, junto a la Rosa de Oro, también se colocó otro crespón negro como testimonio de dolor y oración.
La Virgen de la Cabeza lucía el imponente manto del centenario de la coronación canónica, diseño del andujareño Pedro Palenciano Olivares, bordado en oro fino, sobre rica tela de tisú de plata.
Un sol espléndido acompañó al repique de las campanas que anunciaban que la Virgen salía de su Camarín para ser colocada en el altar exterior para presidir la celebración de la Eucaristía pontifical. Fuera, aguardaban los representantes de alrededor de 65 Cofradías filiales y procofradías de la advocación de la Cabeza, venidos desde todos los rincones de la provincia de Jaén y de numerosos lugares de España.
El Provincial de los Trinitarios, el Vicario General y el Provicario de la Diócesis de Jaén, además de una treintena de sacerdotes, tanto diocesanos, como trinitarios, concelebraron junto al Arzobispo de Granada, Don José María Gil Tamayo, y al Prelado jiennense, Don Sebastián Chico Martínez. Acompañaron, de igual modo, los seminaristas y diáconos permanentes. El acompañamiento musical de la celebración corrió a cargo del Coro de la Cofradía Matriz de Andújar.
De igual manera, estuvieron presentes junto al alcalde de Andújar y la corporación municipal, el Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía, el Subdelegado del Gobierno de España, el vicepresidente primero de la Diputación y otras representaciones de autoridades civiles y militares de la provincia de Jaén.
Saluda del Obispo Monseñor Chico Martínez, comenzó la Eucaristía saludando a los allí presentes y de manera especial al Arzobispo de Granada, que presidía esta celebración. Tras desear una “¡Feliz Pascua de Resurrección!”, recordó que “en este último domingo de abril tenemos esta cita entre el cielo y la tierra con nuestra querida Madre, la Virgen de la Cabeza, que reúne en torno a ella a todos sus hijos: los de Andújar, los de Jaén y los de todo el mundo”, subrayando que “esta devoción traspasa fronteras”.
El Obispo de Jaén expresó que, en este segundo domingo de Pascua, “llegamos hasta las plantas de Nuestra Señora de la Cabeza con ese sabor agridulce que dejan las despedidas” aludiendo con emoción a la reciente despedida del Papa Francisco, quien “esperamos que disfrute ya de la Pascua eterna”. Afirmó que “Hemos vivido una semana triste por su pérdida, agradecidos por su Pontificado y colmada de esperanza. Porque nuestro peregrinar por esta tierra no es otra cosa que encaminar nuestros pasos hacia el cielo, el destino final, donde nos aguarda la Esperanza con mayúsculas”.
Del mismo modo, Don Sebastián recordó que este domingo es también el de la Divina Misericordia, festividad instituida por San Juan Pablo II, y señaló que “cada año nos recuerda que, a pesar de nuestras debilidades humanas, errores y pecados, Dios nos supera en amor, y su misericordia hacia la humanidad es infinita”.
Para añadir: “Misericordia y Maternidad se unen en esta celebración pontifical, que en este año 2025, a dos para la celebración del octavo centenario de la Aparición de la Santísima Virgen a un humilde pastor de Colomera, congrega a todo el pueblo santo de Dios que peregrina en Jaén”.
Asimismo, dirigiéndose Arzobispo de Granada, el Obispo continuó: “Querido José María, querido hermano; no es la primera vez que te encuentras con la Morenita, ya viniste a la bajada extraordinaria de 2022, pero estoy seguro de que esta celebración sembrará en tu corazón una devoción especial por la Reina de Sierra Morena, nuestra Madre y Patrona, a quien tanto veneramos y queremos en esta tierra”.
Finalmente, el Pastor diocesano agradecerle por su presencia: “Gracias por compartir con esta Iglesia de Jaén este domingo de la Divina Misericordia”.
Posteriormente, los miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía Matriz y el presidente de la Cofradía de Colomera fueron los encargados de las lecturas. El Evangelio de San Juan fue proclamado por el Diácono Permanente, Jesús Beltrán.
Homilía En su homilía Don José María Gil Tamayo dirigió unas emotivas palabras a los miles de fieles congregados, subrayando que “seguimos a Aquel que nos acompaña y permanece con nosotros hasta el final de los tiempos”. Asimismo, quiso recordar que “nos reunimos en torno a María, la Madre de Jesús, nuestra protectora, quien nos cuida en nuestra pobreza y angustias, y está siempre presente tanto en nuestras penas como en nuestros logros”.
El Arzobispo, además, destacó que “la Virgen de la Cabeza es modelo de lo que hemos querido ser siempre” e invitó a trasladar esa inspiración mariana a “un cristianismo activo y comprometido”. También, elevó una súplica especial “por un buen Papa” que continúe guiando a la Iglesia en estos tiempos de esperanza.
El Prelado recordó, igualmente, que “nada hay verdaderamente humano que no encuentre lugar en el corazón de María”, cumpliéndose plenamente en su Hijo Jesucristo, nuestro Salvador. “En este camino de peregrinación, María avanza con nosotros en el misterio de Cristo”, afirmó.
Del mismo modo, Monseñor Gil Tamayo destacó: “Aquí comienza la Romería más antigua de España, foco de atención del amor más grande que nos atrae hasta este Santuario”. Para continuar explicando que “papas y obispos han reconocido a lo largo de los siglos el amor de la Virgen de la Cabeza”, y celebró el testimonio de un pueblo “que vive su fe en María con alegría y devoción”.
Finalmente, el Arzobispo de Granada hizo un llamamiento a renovar la fe cristiana: “Hoy más que nunca necesitamos afirmar y testimoniar nuestra fe en Dios, una fe confesada con libertad, un don del Espíritu Santo, por el que damos gracias”.
Tras la bendición final, tomaba la palabra el Presidente de la Matriz, D. Manuel José Gómez, para hacer el acción de gracias.
Al término de la celebración de la Eucaristía, la Morenita, en andas, recorrió la Calzada y el poblado, guiada por los anderos y arropada por el fervor de miles de personas. Dos religiosos acercaron al manto de la Virgen de la Cabeza, a los niños, las prendas y otros objetos que les entregaron los romeros para ser bendecidos.
Es el período que va desde el fallecimiento del Papa hasta el nombramiento de su sucesor. En esos días, la Iglesia la gobierna de forma interina el colegio cardenalicio, y todos los dirigentes de las instituciones curiales y los miembros pierden su cargo. Se exceptúan el penitenciario mayor y el limosnero de Su Santidad. Los cardenales se organizan en dos tipos de congregaciones: general y particular.
Congregación general
Se reúne a diario bajo la presidencia del decano del colegio cardenalicio y asisten todos los cardenales que estén en Roma (incluidos los mayores de 80 años, que luego no podrán participar en el cónclave). Habrá dos meditaciones sobre los retos de la Iglesia, a cargo de dos eclesiásticos –“de clara doctrina, sabiduría y autoridad moral”- elegidos por la congregación general.
Las funciones de la congregación general son: fijar calendario (exequias y cónclave), procurar el buen gobierno de la Iglesia esos días, leer a los cardenales los documentos que hubiera dejado el Papa difunto, mandar la anulación del Anillo del Pescador y el sello de plomo usados para enviar cartas apostólicas y, finalmente, asignar -por sorteo- habitaciones en la Casa Santa Marta.
Cada cardenal deberá prestar el siguiente juramento: “Nosotros, cardenales de la Santa Iglesia Romana, del Orden de los Obispos, del de los Presbíteros y del de los Diáconos, prometemos, nos obligamos y juramos, todos y cada uno, observar exacta y fielmente todas las normas contenidas en la Constitución apostólica Universi Dominici Gregis del Sumo Pontífice Juan Pablo II, y mantener escrupulosamente el secreto sobre cualquier cosa que de algún modo tenga que ver con la elección del Romano Pontífice, o que por su naturaleza, durante la vacante de la Sede Apostólica, requiera el mismo secreto”.
Seguidamente cada cardenal dirá: “Y Yo, N. cardenal N. prometo, me obligo y juro. Y poniendo la mano sobre los Evangelios”, añadirá: “Así me ayude Dios y estos Santos Evangelios que toco con mi mano”.
Congregación particular
La forman el camarlengo (cardenal Farrell) y tres cardenales asistentes (elegidos por sorteo cada tres días). Llevan los asuntos más inmediatos y urgentes, tanto en el Vaticano como en la Iglesia. Todo lo que ha sido decidido, resuelto o denegado en una Congregación particular no puede ser revocado, cambiado o concedido en otra; el derecho de hacer esto corresponde únicamente a la Congregación general y por mayoría de votos.
Cónclave
El derecho a elegir Papa corresponde a los cardenales que el día que la sede quedó vacante tengan menos de 80 años. El número máximo de cardenales electores será de 120. Podrán ser electores los cardenales creados y con nombramiento publicado en el consistorio, aunque no hayan recibido aún la birreta y anillo.
Desde que la sede queda vacante se esperará 15 días a los cardenales. Pero el colegio de cardenales podrá adelantar el comienzo del cónclave si consta la presencia de todos los cardenales electores, o retrasarlo algunos días si se dan motivos graves. Como muy tarde a los 20 días, se iniciará el cónclave con los electores presentes. Queda prohibida toda comunicación telefónica, epistolar o de otra naturaleza con personas ajenas al cónclave. Deberán estar disponibles algunos religiosos de varias lenguas para las confesiones, y también dos médicos para eventuales emergencias.
En la mañana del día de comienzo del cónclave se celebrará la misa votiva Pro eligendo Papa en la basílica de San Pedro, y el proceso de elección se celebrará en la Capilla Sixtina y los electores vestirán hábito coral. La norma establece “precisos y severos controles” para asegurar el secreto de las sesiones, bajo pena de excomunión latae sententiae para la persona implicada.
Una vez que los cardenales presten juramento, el maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias pronunciará el “extra omnes” y las personas ajenas al cónclave deberán abandonar la Capilla Sixtina. Tras la segunda predicación, el eclesiástico encargado sale de la capilla junto al maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias, y dará comienzo la primera elección. Está prohibido a los electores revelar a cualquier otra persona noticias que, directa o indirectamente se refieran a las votaciones, así como lo que se ha tratado o decidido sobre la elección del Pontífice en las reuniones de los cardenales, tanto antes como durante el tiempo de la elección.
La elección será per scrutinium, y se requiere al menos dos tercios de los votos. La primera tarde habrá un escrutinio, y el resto de días habrá dos votaciones tanto en la mañana como en la tarde. Se elegirá por sorteo tres escrutadores, otros tres encargados de recoger los votos de los electores enfermos (infirmaril), y de tres revisores.
La papeleta será rectangular, llevará en su parte superior la leyenda “Eligo in Summum Pontificem” y podrá ser doblada por la mitad. Cada elector, por orden de precedencia, después de haber escrito y doblado la papeleta, teniéndola levantada de modo que sea visible, la lleva al altar, delante del cual están los escrutadores y sobre el cual está colocada una urna cubierta por un plato para recoger las papeletas. Llegado allí, el elector pronuncia en voz alta la siguiente fórmula de juramento: “Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido”. A continuación, deposita la papeleta en el plato y con éste la introduce en la urna. Hecho esto, se inclina ante el altar y vuelve a su sitio. Cuando todos hayan votado, los escrutadores mezclan las papeletas y proceden al recuento, que se hará en voz alta. Las papeletas serán perforadas con una aguja en la parte donde pone “Eligo” y se insertarán en un hilo. Terminado el recuento, los revisores controlarán la exactitud del proceso y, si no hay elección válida, se quemarán las papeletas junto a las de la siguiente elección. Los escritos de los cardenales también se quemarán. El camarlengo redactará un escrito con los resultados de las votaciones. Este será entregado al Papa y se conservará en el archivo, cerrado en un sobre sellado.
Después de tres días sin resultado positivo, el escrutinio se suspende un día para la oración, libre coloquio y una exhortación espiritual del primer cardenal de la Orden de los Presbíteros. Después se reanudarán las votaciones, y si a los siete escrutinios tampoco hay resultado positivo se hace otra pausa. Esto se repetirá cada siete escrutinios.
En este período se pide que la Iglesia Universal viva este proceso y se eleven oraciones al Señor para que ilumine a los electores en su tarea.
Aceptación, proclamación e inicio de ministerio
El cardenal elegido deberá responder a la siguiente pregunta del decano: “¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice?” Una vez recibido el consentimiento, le pregunta: “¿Cómo quieres ser llamado?” Tras la aceptación, el elegido es inmediatamente obispo de la Iglesia Romana, verdadero Papa y Cabeza del Colegio Episcopal. Si no tuviera carácter episcopal, será ordenado obispo inmediatamente. Seguidamente, los cardenales expresarán un gesto de respeto y obediencia al neoelegido y, ya en el balcón principal de la basílica, el primero de los cardenales diáconos anuncia al pueblo la elección. El nuevo Papa culmina el proceso impartiendo la bendición Urbi et Orbi.
Tras la ceremonia de inauguración del pontificado, el Papa tomará posesión de la basílica Lateranense.
Cargos relevantes en sede vacante
Camarlengo: cardenal Kevin Joseph Farrell.
Decano del colegio cardenalicio: cardenal Giovanni Battista Re.
Vicedecano del colegio cardenalicio: cardenal Leonardo Sandri.
Decano de la Orden de los Diáconos (Protodiácono): cardenal Dominique Mamberti.
Decano del Orden de los Obispos: cardenal Giovanni Battista Re.
Decano del Orden de los Presbíteros: Michael Michai Kitbunchu.
Maestro de ceremonias: monseñor Diego Giovanni Ravelli.
Penitenciario Mayor: cardenal Angelo De Donatis.
Limosnero de Su Santidad: cardenal Konrad Krajewski.
Este relato está formado por tres perícopas (fragmentos) bien diferenciadas:
La primera perícopa nos sitúa a los discípulos, tras la muerte del Jesús, escondidos en una habitación por temor a ser perseguidos y ejecutados. El Resucitado atraviesa todos los obstáculos; se pone en el centro de la comunidad cristiana, como el que la preside, le da sentido y la fortalece; y la libera de los miedos que la dejan sin esperanza. Jesús resucitado dona su paz y el Espíritu Santo a la comunidad que pasa de estar encerrada en sí misma a ser misionera y universal.
La segunda perícopa cuenta la incredulidad de Tomás, uno de los Doce que, estando ausente cuando Jesús se aparece a la comunidad, representa a quienes no creen en el testimonio de la comunidad, por eso pretende tener una fe personal, al margen del resto, y apoyada en lo demostrable y visible. Jesús se le manifiesta de forma visible, porque sabe adaptarse a cada uno de nosotros, pero lo hace en medio de la comunidad, no fuera de ella. Aquí se resalta que la verdadera fe es amor y confianza, y no las pruebas o la recuperación del pasado.
La tercera perícopa es la conclusión del Evangelio de Juan, que el autor lo presenta como el libro de las señales de Jesús, escrito para que creamos en Jesús y, creyendo en él, tengamos vida. La vida espiritual nace con la fe y se mantiene con ésta.
El mensaje de este relato es que la fe surge del encuentro con el Resucitado que nos hace nacer a una nueva vida, convirtiéndonos en sus testigos y misioneros para que otros crean.
Varios malagueños dan su último adiós al papa Francisco desde los micrófonos de COPE Málaga en el programa del Domingo de la Divina Misericordia. Aquí puedes escuchar el podcast.
IGLESIA NOTICIA, en el Domingo de la Divina Misericordia:
recuerda las palabas del Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, tras el fallecimiento del papa Francisco
informa sobre cómo será la celebración del Cónclave
da voz a la malagueña Paloma Saborido, delegada por el Dicasterio para la Evangelización para la organización de la Gran Procesión de Roma, quien visitó la capilla ardiente donde se veló el cuerpo de papa Francisco
entrevista a María Vidal en la sección APAGA Y VEÁMONOS para seguir profundizando en el buen uso de las redes sociales
recuerda los actos de regreso de la imagen de la Patrona de la diócesis y la ciudad de Málaga, la Virgen de la Victoria hasta su Santuario, en la sección VICTORIA, GLORIA A TI
Estará en la Catedral, a disposición de quienes quieran firmar, hasta el miércoles 30 de abril, cuando se celebre el funeral diocesano
La diócesis de Guadix abrirá, desde este domingo 27 hasta el miércoles 30 de abril, un libro de condolencias para expresar el afecto por el papa Francisco, fallecido el pasado lunes. Está a disposición de quienes quieran firmar en la Catedral, en horario de mañana, de lunes a miércoles, justo en la entrada del templo catedralicio.
De esta manera, todos los que quieran manifestar sus muestras de afecto por el papa Francisco pueden hacerlo y dejarlo por escrito en este libro de condolencias.
El libro estará disponible ya el domingo 27 de abril, cuando la Catedral abra sus puertas para la celebración del domingo. Y así será, sobre todo en torno a la Misa de 10, el lunes y el martes. El miércoles 30, por la tarde, tendrá lugar el funeral que ofrecerá la diócesis de Guadix por el alma del papa Francisco y que estará presidido por el obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco. Seguro que en esta celebración compartirá la experiencia vivida estos días en el Vaticano, pues ha participado en las exequias del papa. También, durante esta jornada se podrá firmar.
Junto al libro, hay una fotografía de Francisco y un texto en el que se invita a dejar por escrito una oración, o un mensaje de gratitud o de cariño en memoria del Santo Padre. Este libro, como otros tantos, acabará formando parte del archivo y de la historia de la Catedral.
Guadix está muy presente en las exequias del papa Francisco. El obispo accitano, D. Francisco Jesús Orozco, está participando en la celebración del funeral de exequias del papa, en una Misa multitudinaria, tanto por el número de fieles, como de concelebrantes.
Junto al obispo de Guadix han viajado otros obispos de España y de todo el mundo, de todos los continentes, como se puede observar en algunas de las fotos que nos envía el mismo obispo desde el Vaticano. En algunas de estas imágenes se puede ver la enorme cantidad de personas que ocupan toda la plaza, También se pueden ver algunas autoridades que han estado en el funeral, como Donald Trump, el presidente de EEUU, que ha pasado cerca de donde estaba nuestro obispo.
D. Francisco, pudo despedirse del papa en la Basílica de San Pedro el pasado jueves, cuando llegó a Roma. Sin duda, para nuestro obispo, el papa Francisco ha marcado su vida, sobre todo porque ha sido él quien lo nombró obispo en 2018 y le encargó el pastoreo de la diócesis de Guadix.